En febrero de 2000, el presidente Hugo Banzer firmó un contrato para privatizar el servicio de suministro de agua a la ciudad de Cochabamba. Poco después, surgieron quejas sobre el aumento de las tarifas del agua, las mismas se habían elevado en más del 50 por ciento hasta llegar a un 300%.
“Debemos recordar a la directora de la AAPS, Karina Ordoñez, que el agua no se vende, se cobra por el servicio, el agua no se mercantiliza, esta medida de incrementar la tarifa por el supuesto derroche del agua o excesivo consumo, es una medida neoliberal y alejada de la Constitución Política del Estado, afectará a los bolsillos de la población y sobre todo a la actividad económica del país”, dijo.
Asimismo, recordó que en ningún artículo del Reglamento Nacional de Prestación de Servicios de Agua y Alcantarillado Sanitario para centros urbanos, aprobado con Resolución Ministerial 510-92, en actual vigencia, refiere un incremento de tarifa unilateral.
“No existe una medida que mencione o sancione el derroche de agua, simplemente cuando el usuario presenta un consumo elevado, si no presenta fugas internas de agua, el operador le notifica y le cambia de categoría”, precisó.
Advirtió que la AAPS maneja parámetros de consumo de agua diaria por persona que utiliza la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y Organización Mundial de la Salud (OMS), empero que en los hechos no es real.
“Es una evaluación unilateral, de escritorio, porque la realidad nos muestra que en El Alto el promedio aproximado de consumo de agua por persona día es entre 30, 40 y 50 litros, a diferencia de La Paz que el consumo de agua promedio persona día está entre 100, 150 y más litros. El 35% de los usuarios está en El Alto, 60% en La Paz y el resto en los seis municipios restantes que forman parte el área de servicio de la Empresa Pública Social de Agua y Saneamiento (Epsas)”, manifestó.
Finalmente Herbas recomendó a la AAPS disminuir el porcentaje de agua no facturada, que según los propios reportes de Epsas S.A. es más del 35%.
“Esta pérdida de agua no solo afecta a la población, sino a la sostenibilidad económica de Epsas, lo que quiero decir es que no castiguen a la población con este incremento de tarifas. Dejen de lado el cálculo político y diseñen una cruzada para renovar todas las tuberías viejas, que además son un riesgo para la estabilidad de los suelos”, finalizó.