Los pueblos indígenas originarios de los sectores amazónicos en Bolivia corren el riesgo de extinción por causa del modelo económico extractivista hidrocarburífero y minero, así como el agronegocio y la construcción de grandes infraestructuras como represas y carreteras, entre otros, que los están condenando a abandonar sus territorios y desplazarse a las ciudades y grandes áreas urbanas, para desaparecer de a poco y perder su identidad cultural.
Alex Villca, vocero de la Coordinadora Nacional de Defensa de Territorios Indígenas Originarios Campesinos y Áreas Protegidas (Contiocap), en ocasión del seminario internacional intitulado “Reducción del espacio cívico e incremento de riesgo para defensores de derechos humanos en Bolivia” realizado a comienzos de esta semana, brindó un amplio testimonio como uno de los defensores del Parque Nacional y Área Natural de Manejo Integrado Madidi (PN-ANMI).
El vocero de Contiocap hizo referencia al exterminio de los pueblos indígena amazónicos, el no reconocimiento por el Estado a sus territorios, la necesidad de que se abroguen las normas que fomentan los incendios forestales, así como los avasallamientos y la otorgación de concesiones a la minería en áreas protegidas, la urgencia de cambiar el modelo económico extractivista, los enormes daños a la actividad turística y la importancia de que toda la sociedad civil se involucre en la defensa de los espacios naturales.
“Es increíble que en la actualidad, numerosos pueblos indígenas que habitamos en la Amazonía boliviana no tengamos el reconocimiento a nuestro derecho territorial, es el caso, por ejemplo, de nuestros hermanos ese ejjas, que prácticamente no tienen un territorio que el Estado les hubiera reconocido. Hay un caso, el de la comunidad Eyoquibo que está en el municipio de San Buenaventura que viven en siete hectáreas, que han sido donadas por una misión evangélica”.
De igual manera Villca citó el caso de los indígenas de la nación chimán, sector Yacuma, entre los municipios de San Borja y Rurrenabaque, departamento de Beni, en el que tampoco cuentan con un reconocimiento a sus territorios y son expulsados, paradójicamente acusados por sectores interculturales de ser avasalladores e invasores.
“Necesitamos que sea la sociedad civil, la que también empiece a apropiarse de estos temas y entre todos podamos exigir a los gobiernos tanto nacional como departamental y municipal se encaminen en el cumplimiento de las normas, de lo contrario los pueblos indígenas estamos corriendo un alto riesgo de exterminio físico y cultural”.
En referencia a la necesidad de abrogar las normas que fomentan los incendios, Villca recordó que la Contiocap emitió varios manifiestos públicos en ese sentido y que además, pedían la declaración de emergencia nacional, pero enfatizó que existen otras leyes como la Ley 535 de Minería, en cuanto a que es contraria a la Constitución Política del Estado y a normas internacionales.
“Si no cambiamos de modelo económico y seguimos insistiendo en este modelo económico extractivista, la situación se va ir agravando en nuestro país, no hay extractivismo sin violencia, lo que significa que si este modelo va creciendo la situación de los pueblos indígenas va ir empeorando y cada vez vamos a llegar a situaciones más dramáticas de las que ya estamos observando en este momento”, sostuvo.
A tiempo de referirse a los enormes daños que viene sufriendo la actividad turística en ese amplio sector que comprende el norte paceño y el departamento beniano, es decir la Amazonía boliviana y sectores aledaños como los Yungas y otras regiones del país seriamente afectadas como áreas protegidas de Santa Cruz, Cochabamba y Tarija, Alex Villca hizo hincapié en la necesidad de que la ciudadanía en general sea parte activa de la defensa de la naturaleza.
“Sin embargo, solos definitivamente no vamos a poder lidiar contra un poder tan grande como es el poder político y económico que es el que da las directrices para que todo esto esté ocurriendo de esta manera”.
En esa línea, el defensor amazónico recalcó en lo trascendental que es el cambio del actual modelo económico basado en el extractivismo por uno que esté acorde y en armonía con la naturaleza y sus pueblos, a tiempo de llamar a la sociedad civil a estar expectante porque esa importante tarea no solamente corresponde a los pueblos indígenas y que el pueblo boliviano muestre su fuerza para cambiar de dirección.
“No podemos seguir insistiendo en un modelo económico que nos ha empobrecido, tenemos que salir de eso y buscar más bien otras formas de un aprovechamiento más responsable, más armonioso y que respete a los pueblos que hemos habitado milenariamente”, finalizó. (ANA)