Según IBCE, la medida reduce el flujo de divisas, la provisión de alimentos y desalienta la inversión privada. Entretanto, el Gobierno sostiene que la suspensión será por tres meses hasta garantizar el abastecimiento en el mercado interno.
Ante la determinación del Gobierno de suspender de manera temporal las ventas de aceite al mercado exterior, el gerente general de la Cámara Nacional de Exportadores de Bolivia (Caneb), Marcelo Holguín, expresó la preocupación de su sector, por lo que sostuvo que la medida solo genera inseguridad jurídica y ahuyenta la inversión privada.
“Hubiera sido más responsable emitir una normativa sobre la cual el sector productivo exportador, industrial, productor primario pudiera tener una posición más cabal. De momento, en nuestro análisis, consideramos que es una medida desesperada”, manifestó.
Olguín señaló que hasta el momento no conoce el alcance real de la medida, el tiempo, ni los mecanismos de control, anunciado por el ministro de Desarrollo Productivo, Néstor Huanca.
Para la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo), la reciente decisión del Gobierno nacional de suspender las exportaciones de aceite puede desatar una crisis sin precedentes en el sector agroproductivo del país, afectando a más de 14.000 familias dedicadas a la producción de soya, el 80% de las cuales son pequeños agricultores.
El gerente general del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), Gary Rodríguez, aseguró que las críticas contra la suspensión a la venta de aceite al mercado internacional, ha provocado malestar en el sector productivo y en instituciones privadas, pues observan que la medida reduce el flujo de divisas y ahonda la crisis económica, así como la alimentaria, y desalienta la inversión privada.
Por otro lado, de acuerdo con el Gobierno, la determinación que fue asumida es de carácter temporal hasta que se normalice el abastecimiento en el mercado interno a precio justo.