Emitieron un manifiesto en el que piden a las autoridades de los gobiernos de Bolivia, Argentina y Paraguay que atiendan esta problemática.
Los pueblos indígenas Guaraní y Weenhayek, que habitan en el chaco tarijeño, se declararon en emergencia y movilización permanente porque la contaminación, las obras civiles y otras actividades en torno al río Pilcomayo ponen en riesgo su subsistencia asociada a la pesca.
En ese marco, emitieron un manifiesto en el que piden a las autoridades de los gobiernos de Bolivia, Argentina y Paraguay que atiendan esta problemática, que está descrita en una carta enviada a presidenta del foro regional de representantes del Gran Chaco Americano, Karen Sánchez, evento que se lleva a cabo esta semana en Villamontes.
“Nos declaramos en emergencia y en movilización permanente para hacer escuchar nuestra voz y lograr la atención de las autoridades locales, nacionales e internacionales sobre esta problemática”, señala el primer punto del manifiesto.
También exigen “a los gobiernos de los estados de la cuenca trinacional del Río Pilcomayo priorizar la atención de esta problemática tomando en cuenta a nuestras organizaciones en la toma de decisiones”.
MUERTE DE PECES
Previamente describen la situación que atraviesas e indican que cada vez hay menos peces y que, incluso, en semanas recientes hubo una “gran mortandad”.
Mencionan que “antes el río Pilcomayo corría libremente y no estaba contaminado, ahora hay cada vez más sedimentos y contaminación”, lo que pone en riesgo la seguridad alimentaria de los pueblos indígenas.
Describen varios aspectos que contribuyen a la contaminación y a la desaparición de los peces, como la contaminación minera, la presencia de otros pescadores que dejan basura en el río, las obras civiles que se hacen en los tres países por donde atraviesa el cauce, el cambio climático, entre otros.
“La construcción de obras civiles sobre el río interrumpe el ciclo del sábalo, así como las desviaciones del curso del río aguas arriba y aguas abajo, las obras en la ruta 28 (Argentina) no dejan migrar el sábalo por el cauce principal”, indican.
“La contaminación del río Pilcomayo afecta directamente a nuestras comunidades pescadoras, nos dejan sin ingresos y sin alimento, ya que las medidas de restricción que se aplican, como la veda, nos afectan solo a nosotros como pescadores”, agregan los firmantes.
Los indígenas, además de pedir atención a las autoridades, quieren hacerse cargo de un programa de reforestación a cambio de alimentos. (Tarija, Sumando Voces/Brújula Digital)