La falta de equipamiento, de equipo de protección personal y de herramientas especializadas para el control de incendios forestales, incide para limitar las acciones de los bomberos forestales voluntarios que ayudan en la mitigación de incendios en las regiones afectadas por el fuego. Lamentan que la falta de políticas públicas no les permita contar con apoyo gubernamental, departamental ni municipal, por lo que no reciben material adecuado de ninguno de estas instancias y su labor es como dicen “por amor al prójimo y a la naturaleza”.
“Tenemos un grupo de bomberos voluntarios que está en San Buenaventura (…) preocupa la escasez de apoyo y el tema de equipamiento, que no son lo suficiente. Se necesita mucho más, aún más en este tipo de eventualidades que se presentan en los municipios bolivianos”, sostuvo un voluntario que está apoyando en la mitigación de incendios en ese municipio paceño, en entrevista con EL DIARIO.
Acotó que para contar con instrumentos para realizar sus acciones, deben acudir a otras instancias que “comprenden nuestro trabajo” y que conocen la importancia del material que requieren.
“Hacemos gestiones para conseguir algo, porque se necesita equipo de protección personal, herramienta especializadas para el control de incendios forestales y, por lo menos, equipo de ataque rápido que permita moverse lo antes posible ante estos eventos”, explicó el entrevistado.
Lamentó que las autoridades nacionales no tengan políticas públicas para designar, al menos, apoyo logístico a estas personas que “sin esperar nada a cambio”, incluso, arriesgan su vida para proteger la de otros.
“No se recibe ningún tipo de apoyo gubernamental, sea Gobernación, Alcaldía o Gobierno Central, no se percibe. Todos estos equipos lo hacemos mediante gestiones, actividades que recaudamos fondos para comprar equipos, esa es nuestra fuente de poder sustentar equipos que en si son muy caros, pero hacemos el esfuerzo para poder servir y cumplir la misión del voluntariado”, manifestó el bombero experto.
Explicó que en compañías de otros países, por ejemplo, en Chile, todos los bomberos son voluntarios y tienen una partida presupuestaria dentro del “presupuesto nacional, cuentan con una estructura bien apoyada desde el estamento gubernamental, cosa que no hay aquí, no hay políticas de ninguno de los tres niveles de Gobierno (…) las condiciones del bombero voluntario son precarias (…) no tenemos políticas gubernamentales que nos apoyen, deberíamos ser potenciados, formados, equipados, capacitados no sé si con fondos del Gobierno, pero debería ser así”.
COMUNARIOS
La situación es mucho más angustiante para los bomberos voluntarios que pertenecen a las comunidades, pues ellos “solo combatimos el fuego con machete, palas o herramientas que tenemos, difícilmente conseguimos fumigadoras”, indicó un comunario de Tumupasa.
Hecho corroborado por la bombero voluntaria y pobladora de Ixiamas, Paola Guerra, quien en contacto con EL DIARIO relató que en su comunidad se vieron casi obligados a organizarse, pues advirtieron que autoridades nacionales, departamentales y de su propio municipio no le daban “la importancia ni la atención necesaria a los incendios”.
“Hemos creado nuestro grupo de bomberos voluntarios en el municipio de Ixiamas para poder trabajar, porque ni el alcalde de Ixiamas, ni la Gobernación ni el Gobierno Central, nadie nos está brindando apoyo, aquí no ha llegado ni una botella de agua para poder apagar nuestros incendios en el municipio de Ixiamas”, aseguró.
Contó, que incluso tuvieron que ejercer presión para que el alcalde “que es de la misma línea del Gobierno” recién el lunes emita la ley municipal de desastre, pero “lo hizo con fecha del 18” y recién se convocó a reunión del COE, “cuando eso se debió hacer antes y no cuando estamos ardiendo”.
Su grupo de voluntarios está conformado, en su mayoría, por jóvenes, comunarios y estudiantes bachilleres, quienes fueron capacitados por expertos del parque Madidi, sin embargo, no cuentan con el material necesario para “apoyar como quisiéramos”.
En su sector, hay distritos demasiado alejados a los que no pueden llegar pese a los esfuerzos que hacen. “Se está quemando nuestros bosques y nos sentimos impotentes porque no podemos ingresar a varios sectores y sabemos que hay comunidades que no se pueden comunicar, pero que están con incendios”, refirió Guerra.
Con la voz entrecortada y vencida por lágrimas de impotencia, la mujer indicó que muchas familias perdieron sus viviendas y cultivos.
ESFUERZO
“Dejamos trabajo, nos despiden, porque venimos a hacer esto, dejamos la familia, el estudio, sacrificamos muchas cosas, no es reclamo solo queremos que entiendan los gobernantes y la gente, que dedicarnos a esto. Es como elegir una profesión a la que sabemos que no vamos a tener ese apoyo no vamos a tener otra cosa, pero creo que el poder hacerlo y no estar de manos cruzadas eso nos llena de más coraje para seguir en esto porque muchos compañeros abandonan por esos problemas”, mencionó el bombero voluntario que apoya en San Buenaventura.
De acuerdo con los entrevistados, la mayoría de los bomberos que se encuentran combatiendo los incendios, son voluntarios, quienes apoyan sin recibir nada a cambio y solo con la firme convicción de haber ayudado a quien lo necesita.