De acuerdo con un informe del concejal paceño, Javier Escalier, la reparación de la bóveda del río Choqueyapu, frente a la Iglesia de San Francisco, debía concluir este 7 de octubre, pero ese mismo día el Ejecutivo suscribió una modificación ampliando el plazo por 192 días, es decir, hasta el 17 de abril del 2025. Situación que pone en riesgo a La Paz, debido al inicio de la temporada de lluvias.
Para Escalier esta prórroga implica mala gestión. “Se deja al centro paceño desprotegido por una nueva temporada de lluvias, lo que quiere decir que los comerciantes permanecerán otros seis meses más en sitios no adecuados, por el cerco al atrio del templo, y por consiguiente también continuará la inseguridad”, sostuvo.
El contrato modificatorio suscrito entre el secretario de Resilencia Juan Pablo Palma y la empresa constructora Guarachi detalla que “se amplía en ciento noventa y dos (192) días calendario (…) por lo que el nuevo plazo de ejecución de la obra será de 591 días calendario”. Ello impactará en la finalización de la obra y dejará las obras inconclusas en la temporada de lluvias, donde La Paz corre mayor peligro de sufrir emergencias.
El legislador paceño denunció que “esta ampliación significa que la bóveda no estará lista para la época de lluvias, poniendo en riesgo a La Paz, especialmente a las zonas aledañas a la Plaza Mayor de San Francisco, donde la seguridad de la población debería ser una prioridad”.
La reparación de la bóveda se lleva adelante en el Tramo 2 que va desde el mercado Lanza hasta la calle Yanacocha y es el más afectado por los graves daños en el revestimiento del muro y pérdida de solera, con socavones de hasta cuatro metros de profundidad. Según el último reporte municipal de septiembre pasado, la intervención, en general, es del 50% y la caída 13 que representaba los problemas más graves es del 65%.
“Pese a los avances, la situación es crítica, especialmente en la llamada Caída 13, ubicada cerca de San Francisco, donde el Ejecutivo municipal nos advirtió del riesgo de un sifonamiento de hasta 21 metros podría comprometer gravemente el atrio del templo”, afirmó el concejal.
Esa situación, según el concejal, también genera un perjuicio para los comerciantes que estaban apostados en ese sector y fueron removidos a otros.
La autoridad edil también cuestionó la planificación de la Alcaldía al recordar que en abril, Arias presentó el plan de la “Tormenta” al Concejo, donde teóricamente se incluían estos trabajos. “Hasta el momento, solo tenemos ideas, enunciados, pero no existen proyectos a diseño final ni estudios que respalden las obras necesarias en los demás tramos de la bóveda”, aseguró Escalier.