Aunque no todos los incendios fueron mitigados y a varios, con la bendición de la lluvia, se logró apagar, las consecuencias de las miles de hectáreas de bosque pérdidas por las quemas y otros miles de animales muertos, además de la contaminación traerán una “crisis alimenticia complicada” al país, pues incidirá en la poca producción de algunos alimentos y posible presencia de enfermedades, indicó la cofundadora del refugio de animales silvestres Senda Verde, Vicky Ossio.
“Se nos viene una crisis complicada, no nos tenemos que alegrar porque llovió y se apagaron algunos fuegos, sino que ahí no acaba. Eso que ha sucedido tiene consecuencias en la salud pública, estamos hablando de cualquier cantidad de humo con el cual nos hemos intoxicado, no solamente en los lugares de incendio, sino también en las ciudades de Bolivia y va afectar a los países vecinos, además estas lluvias son ácidas”, manifestó la experta a EL DIARIO.
En el caso de La Paz, puntualizó que la mayor parte de los alimentos provienen de los municipios de Alto Beni y Palos Blancos, “y varios de estos lugares se han quemado”, pero no es solo eso, la sequía también ha afectado a sus cultivos, por ende, no habrá cosecha ni tampoco podrán sembrar para una nueva producción.
De acuerdo con la experta, “lo que hemos vivido ha sido un suicidio colectivo, nos estamos matando a nosotros mismos, no debió haber sucedido esto, lo único que nos puede garantizar la vida es la naturaleza”, pero “han muerto como seis millones de animales, ¿cuántos millones de polinizadores, de insectos, han muerto?, entonces, ahora se nos viene una “crisis alimenticia terrible”, porque necesitamos de todos ellos para sobrevivir, pues “hay que meterse a la cabeza que nosotros necesitamos a la naturaleza no ella a nosotros y nos hemos dado el lujo de destruirla”.
Aseguró que no es fácil “resilvestrar”, es decir, promover la biodiversidad en los ecosistemas mediante la reintroducción de especies vegetales y animales, por lo que “se nos viene una tarea muy difícil”, además, en el proceso también hay que atender a toda la gente que se ha evacuado, que lo perdieron todo desde sus casas, cosechas y hábitat.
Miles de los animales, que ayudaban a reproducir las plantas y alimentos, han muerto por el ecocidio y los bolivianos vamos a sufrir las consecuencias, porque “seguro es que no vamos a comer oro, ni soya o caña de azúcar”.
¿QUÉ HACER?
De acuerdo con Ossio, ha sido tanta la destrucción que desconoce cuánto tiempo tomará mitigar estos efectos. ¿Por qué destruimos si teníamos tremendo bosque?, se cuestionó angustiada a tiempo de explicar que “en Bolivia, hasta el 2009, era increíble la cantidad de bosque que llegamos a proteger, pero en la actualidad pasamos de eso a ser los que más destruyen”.
“No sé si habrá un plan de restauración, si bien la plantación de árboles ayuda, es algo muy mínimo, porque los animales que han muerto, los polinizadores que han desaparecido, los microorganismos que ya no están en la tierra, los hongos, o sea la naturaleza es un conjunto de todas estas cosas que actúan de una manera impresionantemente sincronizada para darnos vida, agua y por ende alimento, estamos perdiendo el recurso más importante sin el cual no hay vida, que es el árbol, sin árbol no hay agua y sin agua no hay vida”, aseguró.
Según la perspectiva de Ossio, entre algunas de las acciones que deberían hacerse para la resilencia está en continuar con la mitigación de todos los incendios, planificar repoblación de flora y fauna, además de pensar como país en el cambio de estrategia para el progreso. Asimismo, cuestionó si “realmente queremos seguir siendo un país extractivista” donde, con el afán de expandir tierras para cierto tipo de cultivos, arrasamos con los bosques, la flora y la fauna que tenemos, entonces “¿no es ese un modelo más bien de destrucción?”.
También lamentó que la inacción de las autoridades gubernamentales, departamentales e incluso municipales, y el que “minimicen la magnitud de la destrucción”, haga prever que tampoco se movilizarán de manera adecuada para lograr superar o mitigar las consecuencias del desastre ecológico, por lo que convocó a la población e instituciones privadas a asumir esa responsabilidad.
“Llamo a la sociedad civil, a la parte privada, creo que está en nosotros poder reconstruir el país, creo que todo aquello que es extensivo daña la naturaleza, tenemos que empezar a decrecer, en vez de crecer, el crecimiento es antinaruta, tenemos que comenzar a tomar conciencia que tenemos que consumir local, producir local y en pequeña escala”, recomendó.
Asimismo, se debe revisar algunas normativas que permitan accionar ayuda lo antes posible, cuando se presenten desastres.
PESADILLA
La cofundadora de Senda Verde, se refirió a que, a veces, en las ciudades no nos damos cuenta o no nos llegan las noticias como son, pero lo que se ha vivido en las últimas semanas en el norte de La Paz, en Santa Cruz y en el Beni, “ha sido una verdadera pesadilla. Estamos acabando con nuestra Amazonia, con nuestra Chiquitania, estamos acabando con nosotros mismos esto es un suicidio y ecocidio, no sé si nos damos cuenta. Por eso, llamo la atención para asumir conciencia, tenemos que salir todos a defender nuestro único hogar: el planeta”.
Por su parte, el biólogo e investigador de la Universidad Autónoma de Beni José Ballivián, Vincent Vos, coincidió en que “los incendios traerán terribles consecuencias”, sin embargo, el impacto no solo debe dar tristeza, sino que debe servir para cuestionarnos que como humanidad se ha fallado a las generaciones futuras, al dejar que se muera la biodiversidad.
“Es mucho más preocupante los impactos en los beneficios ecosistémicos que estos bosques y estas pampas solían producir; la captura de carbono, la producción de oxígeno, la producción de agua y vamos a sufrir fuertes consecuencias, Bolivia se está secando y con esto vamos a seguir empeorando la situación”, mencionó.
Bolivia estaba entre los países con más biodiversidad del planeta, tenemos el lujo de tener el área protegida más biodiversa del planeta que es el Madidi, “pero estamos dejando que lo quemen, que lo invadan con minería de oro, estamos dejando que lo destruyan”.