Termina agosto y se va como el mes más complicado para el Gobierno y el Movimiento al Socialismo (MAS) porque a pesar que impone su dominio en los órganos estatales, no logra evitar la polarización en el país ni borrar momentos que avergonzaron a toda la sociedad con la pérdida de la Medalla Presidencial que fue a parar a un prostíbulo y terminó en una iglesia o las escenas bochornosas de un diputado oficialista que, semidesnudo y borracho, protagonizó un escándalo en un aeropuerto internacional.
No se encontro contenido.