“Se enriquecen sin pagar impuestos. Exigen un mísero 4,8% por el oro. Cuando no contrabandean, pagan una ‘miniregalía’ del 2,5%. No pagan por uso del agua que envenenan y cuyas fuentes matan. Violan normas y derechos humanos. Armados e impunes, avasallan áreas protegidas y territorios indígenas”, expresó Requena mediante sus redes sociales, repudiando que esta actividad continúe devastando de forma irreversible en distintos puntos del territorio nacional.
La legisladora paceña además sostuvo que gran parte del “horror” provocado por el extractivismo podría ser detenido “haciendo cumplir normas vigentes” de protección a derechos colectivos, a un ambiente sano, derechos de pueblos indígenas, derecho a la salud, al agua y otros, que se ven vulnerados por leyes ecocidas e inconstitucionales aprobadas durante el gobierno de Evo Morales y el Movimiento al Socialismo.
“Pese a amenazas, rechazamos 23 contratos mineros que intentarán aprobar otra vez. De hecho, gran parte de la explotación es ilegal e impune. Nos enfrentamos a la complicidad criminal y altamente traidora del interés nacional del Ejecutivo, Legislativo y Judicial”, sostuvo la legisladora.
Los cuestionamientos de la asambleísta nacional tiene lugar después que el fin de semana, mediante redes sociales y medios de comunicación, se hiciera público el particular regalo de la Cooperativa “Siempre Unidos” Mapiri R.L. a sus socios, quienes recibieron vehículos de alta gama y de reconocida marca en el mercado nacional, todos cero kilómetros.
Además se reportó que el acto de entrega de estos motorizados fue acompañado de un espectáculo completo, donde destacados grupos artísticos amenizaron una celebración, llenando de alegría el momento tanto para los cooperativistas como para sus familiares, residentes en el municipio de Mapiri, en la provincia Larecaja del departamento de La Paz.
Según el portal de Erbol, la Cooperativa “Siempre Unidos” mantiene en reserva tanto el número exacto de socios como el costo total de las movilidades todoterreno. Estos vehículos son esenciales para transitar por una zona donde las carreteras son de tierra, sinuosas, arcillosas y deleznables.
La observación saltó porque estos regalos no guardan relación con la regalía del 2.5% que la cooperativa sigue pagando al Estado, ni con los daños ambientales causados por la explotación mecanizada a cielo abierto, que devora cerros y contamina las aguas naturales de los ríos locales.