Sumándose a los criterios que plantean una reducción en las plantaciones de coca del Chapare como una solución al problema del narcotráfico en el país, el diputado por Creemos, José Carlos Gutiérrez, aseguró que esta medida sería parte de una posible solución para que en el Estado boliviano dejen de registrarse casos por “narcovuelos”, “narcobarcos” y “narcoescándalos” como el de Sebastián Marset.
En criterio del asambleísta cruceño, Bolivia pasó a ser un “narcoestado” a partir de la llegada de Evo Morales al poder, por lo que reducir la producción de coca en el trópico cochabambino, es una buena opción para combatir el problema del narcotráfico en territorio nacional.
“Cambiar la ley para reducir la producción chapareña de coca que, según la Unodc, el 94% es desviada al mercado ilegal, es parte de la solución para evitar más ‘narcoescándalos’ como el de Marset”, afirmó Gutiérrez desde sus redes sociales.
Según informes de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, el 94% de la producción de coca chapareña se desvía al mercado negro o ilegal, lo que supone su uso en la elaboración de cocaína.
Gutiérrez recordó que en 2011, el entonces representante de la Unodc, César Guedes, informó que parte de las 55.000 toneladas que se producen en Bolivia de hoja seca, un 65% no es comercializado en los mercados legales de Villa Fátima en La Paz y de Sacaba, en Cochabamba. Es decir, ese 65% que representa unas 35.000 toneladas, no aparecen en esos mercados.
En ese año, Guedes señaló que “el mercado que es más ilegal es la zona del trópico, porque allí el 94% de la coca secada al sol, no pasa por el mercado de Sacaba».
El lunes, productores de coca de Yungas pidieron reducir el cupo de coca que la Ley 906, les permite cultivar a sus similares del trópico de Cochabamba.
Así mismo, señalando que anteriores administraciones promovieron la producción de coca solo en la región del trópico cochabambino, el jefe de bancada por el Movimiento al Socialismo (MAS) en Diputados, Andrés Flores, manifestó que aplicar una reducción a la cantidad de coca proveniente del Chapare mejoraría la imagen del país a nivel internacional y disminuirían las observaciones a la deficiente lucha contra el narcotráfico por parte de Bolivia.
“Si esta producción se trasladara a los Yungas, ya no hablaríamos tanto de narcotráfico”, dijo.
La semana pasada, un informe emitido por el gobierno de los Estados Unidos apuntó a Bolivia y Venezuela, como Estados que no realizan los esfuerzos necesarios para cumplir con la lucha antidrogas, colocándolos en la lista de principales países para el tránsito o producción de droga.
La Ley 906 amplió la superficie permitida de cultivos de coca de 12.000 a 22.000 hectáreas, estableciendo que en la zona autorizada del departamento de La Paz se puede cultivar una superficie total de hasta 14.300 hectáreas y en el departamento de Cochabamba una superficie total de hasta 7.700 hectáreas.
“La publicitada nacionalización de la lucha antidrogas en Bolivia nunca funcionó. La prueba es que cada vez mayor número de países reciben cocaína boliviana”, finalizó Gutiérrez.