En criterio del asambleísta representante del departamento de Tarija, el país vive en una especie de secuestro por parte de una organización política, misma que prioriza sus conflictos internos antes que las necesidades de la ciudadanía, lo que deriva en perder oportunidades importantes de salir adelante, en términos económicos.
“Bolivia vive como un Estado secuestrado por un partido político que, en sus diferencias, no se preocupa por la gente sino por sus pegas. En el partido de gobierno se pelean entre sus diferentes sectores sociales y grupos de poder, sin resolver los problemas de la gente”, manifestó Paz.
En ese sentido, lamentó que en el reciente encuentro de la APEP se haya manejado alrededor de 200.000 millones de dólares para inversión, donde presentaron proyectos diferentes países, como Brasil, Colombia, México, EE.UU. y otros 10 países, sin tomar en cuenta al Estado boliviano.
“Anteriormente, desde Europa nos han ofrecido 50.000 millones de dólares a los sudamericanos para que podamos resolver temas de empleo, de medio ambiente, infraestructuras y otras cosas, y Bolivia presentó cero proyectos consolidados (con su ausencia)”, sostuvo el asambleísta, lamentando que desde el Gobierno no exista una verdadera preocupación por los problemas de la gente.
La semana pasada, el presidente norteamericano Joe Biden se reunió en la Casa Blanca con los líderes de Barbados, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, República Dominicana, Ecuador, Perú y Uruguay, además de altos funcionarios de México y Panamá, con la finalidad de fortalecer las cadenas de suministro del Hemisferio occidental y contrarrestar la influencia China en la región.
En la cumbre inaugural de la denominada Asociación de las Américas para la Prosperidad Económica, se abordaron temas como la energía limpia, suministros médicos y semiconductores, así como la ampliación de vínculos comerciales regionales.
“Hay que aprovechar el increíble potencial económico de las Américas y hacer del Hemisferio occidental, la región económicamente más competitiva del mundo”, sostuvo el mandatario norteamericano.
Además, se acordó que los mandatarios de los países miembros sostendrán reuniones cada dos años y Costa Rica será la sede de la próxima cumbre, en el año 2025.
Tras el encuentro, desde la Fundación Milenio, se afirmó que Bolivia no debe autoexcluirse de la iniciativa de integración económica hemisférica más importante en varias décadas.
“Quedar fuera del APEP es desaprovechar una ocasión única para impulsar nuestras exportaciones a Norteamérica y a otros mercados dinámicos de la región, además de privarnos de inversiones extranjeras para expandir y diversificar la producción de alimentos, minerales, energías, otras manufacturas y servicios tecnológicos, así como del financiamiento que estará disponible a través de las agencias del gobierno estadounidense y del BID para proyectos de infraestructuras y desarrollo social”, señaló el director ejecutivo de la Fundación Milenio, Henry Oporto.
Las cinco prioridades adoptadas en la declaración de los jefes de Estado en esta Cumbre, plantearon: 1) Fortalecer la competitividad e integración regional, 2) fomentar la prosperidad compartida y la buena gobernanza, 3) construir infraestructura sostenible, 4) proteger el clima y el medioambiente y 5) promover comunidades saludables.
Los acuerdos de la Alianza llegan luego de que, en julio, la Unión Europea ofreciera en la reunión con la CELAC invertir 50.000 millones de dólares en planes de financiamiento para promover las energías renovables, la innovación tecnológica y el progreso social de Latinoamérica. Estas iniciativas de cooperación de Estados Unidos y de la Unión Europea ponen de manifiesto el renovado interés de las potencias occidentales en reconstruir sus vínculos comerciales y económicos con América Latina, y en parte para contener la presión migratoria y los problemas sociales que son caldo de cultivo de la inestabilidad política.