Rek recordó que la solicitud de Medidas Cautelares presentada para precautelar la vida de Apaza en febrero de 2023, hasta la fecha no es activada por la CIDH, que burocráticamente se limitó a pedir información adicional en más de 18 oportunidades.
“Cumplidos los requisitos del artículo 25 del Reglamento de la CIDH para que proceda su otorgamiento, este Órgano Internacional no ha otorgado la tutela solicitada. También se ha denunciado y solicitado protección en favor de Apaza, ante otros Órganos de protección sin resultado alguno”, señala Rek en una misiva.
La denuncia en esta oportunidad fue dirigida a la Organización de Estados Americanos, presidencia de la CIDH, Secretaría Ejecutiva de la CIDH, Representación de la Unión Europea; ONU Bolivia, Relator sobre Privados de Libertad de la CIDH, y Human Rights Watch, a quienes hace conocer sobre la situación de salud, física y psicológica de Apaza.
“Ingresó a prisión hace un año y tres meses, siendo un hombre robusto, fuerte y en buen estado de salud, pero ha sido sometido a torturas, tratos crueles e inhumanos de forma reiterada hasta provocarle daños irreparables a su salud, integridad física y psíquica y a su proyecto de vida. Fue y continúa siendo víctima de un tratamiento cruel e inhumano y la justicia boliviana, dependiente del poder político. Los mecanismos internacionales de protección tampoco han resultado efectivos y nos sentimos impotentes ante esta situación”, detalla la misiva.