Untoja afirmó que, si realmente Luis Arce está peleado debería demostrarlo ante el país, llevando a Morales a juicio por su participación en el referéndum del 21F, el fraude electoral de 2019 y otros delitos.
Sin embargo, expresó su escepticismo porque ambos comparten responsabilidad en los problemas del Banco Unión, de los negocios de Gabriela Zapata (exnovia de Morales), el despilfarro en el ex Fondioc dirigido por Nemesia Achacollo, y diversos casos de corrupción y asesinatos, durante los 14 años de gobierno del MAS.
El dirigente llamó a la población a no ilusionarse con la aparente disputa interna, considerándola una táctica para eliminar cualquier amenaza real de oposición.
Además, acusó a Carlos Mesa y Camacho de no ser verdaderos opositores, sino cómplices, argumentando que Mesa traicionó al expresidente Gonzalo Sánchez de Lozada al haberlo traicionado para dar paso a la instalación del socialismo en Bolivia vía Asamblea Constituyente.
Según Untoja, parte de la estrategia es la creación de un “Estado fallido” donde el Gobierno controla la justicia y manipula decisiones judiciales, como el caso de Jeanine Añez. También mencionó la fabricación de un enfrentamiento en la plaza Abaroa para desacreditar al Órgano Electoral.
El dirigente subrayó que la supuesta lucha interna es una táctica para monopolizar la atención mediática y eliminar a la oposición en los medios, utilizando acusaciones mutuas sin recurrir a la justicia.
Finalmente, advirtió que la disputa interna es parte de una estrategia para mantenerse en el poder más allá de 2030 y establecer un régimen totalitario similar al de Cuba.
Alegó que ambos líderes obedecen órdenes cubanas para presentarse por separado en las elecciones, asegurando así el control de la Asamblea Legislativa.
Untoja anunció la formación de un movimiento liberal para cuestionar esta situación de crisis económica debido a la disminución de las exportaciones de gas y la escasez de dólares en el mercado interno. (Erbol)