El presidente de Argentina, Javier Milei, criticó en Brasil al Gobierno boliviano por “montar un golpe de Estado” y al exmandatario Evo Morales por insistir, en 2019, en mantenerse en la Presidencia.
Milei habló en el cierre de la quinta reunión del capítulo latinoamericano de la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC) realizada en Camboriú y que contó con la participación del expresidente brasileño Jair Bolsonaro y diversos representantes de la derecha y ultraderecha.
“Miren que lo pasa en Bolivia ahora, están dispuestos a montar un golpe de Estado con tal de sumar un puntito en una elección”, dijo Milei durante su exposición.
Respecto a Morales, aseguró que los gobernantes de izquierda “se llenan la boca de opresión y de pluralismo”, pero “están dispuestos a torcer las puertas para atrincherarse en el palacio cuando el pueblo reclama un cambio”.
“Miren lo que pasó en Venezuela, que no queda ningún gobierno sensato del mundo que no reconozca que es una dictadura sanguinaria. En Bolivia, en 2019, cuando Evo Morales se obstinó con un tercer mandato inconstitucional, miren la persecución judicial que sufre nuestro amigo Jair Bolsonaro aquí en Brasil”, dijo.
ENCUENTRO EN BRASIL
El presidente argentino comenzó su discurso este domingo al grito de “la casta y los socialistas tienen miedo” e hizo un repaso de los “denominadores comunes” de los gobiernos de izquierda en Latinoamérica.
Los dichos de Milei fueron un discurso teórico sobre los males del socialismo en que no hizo ninguna mención al jefe de Estado de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva.
“Constituyen una verdadera receta del desastre tanto en lo económico, como en lo social, político y cultural. No es una mera coincidencia”, sostuvo, refleja La Nación.
Agregó que los gobiernos socialistas “comienzan con un período de bonanza económica”, con cuentas públicas ordenadas y “precios internacionales de commodities altos”. Esto permite que la economía crezca, la sociedad gane poder adquisitivo y mejoren las recaudaciones.
“Pero los gobiernos se enamoran de la popularidad de la bonanza económica que heredaron, se asustan de que no vayan a ser eternos y aumentan el gasto público para sostenerla. ¿Cómo? Subsidiando tarifas y servicios, aumentando el empleo público, repartiendo dádivas que etiquetan como inclusión social”, indicó al medio La Nación.
La conferencia de derechistas contó con la participación de cerca de 3.500 personas, entre ellos líderes de la ultraderecha en países como Chile (José Antonio Kast) y en México (Eduardo Verástegui), informa EFE. (Brújula Digital)