Recordando que Bolivia, en sus principios constitucionales, promueve la cultura de paz y censura toda forma de violencia como instrumento de solución para conflictos entre los Estados, el diputado cruceño Erwin Bazán, afirmó que ninguna ruptura de relaciones significa algo beneficioso para un Estado, en este caso, marca el alejamiento del país del mundo libre y diplomático.
En ese sentido, Bazán lamentó que, con la decisión asumida por el Gobierno del Movimiento al Socialismo, Bolivia quede aislada de las democracias para favorecer un peligroso alineamiento de características netamente políticas.
“Esta política diplomática no se entiende ni siquiera desde los intereses comerciales de Bolivia, sino solo desde un peligroso alineamiento ideológico que no traerá nada bueno para el país y sus ciudadanos”, dijo.
Por su parte, el diputado Marcelo Pedrazas, sostuvo que, con la ruptura de relaciones entre Bolivia e Israel, el país queda, ante la comunidad internacional, como un Estado que respalda actos antidemocráticos y van en contra del respeto de derechos fundamentales.
“Lamentablemente estamos alineados a este eje del mal donde prima la vulneración de derechos humanos como ocurre en Irán, donde hay pobreza como en Cuba, o en su defecto, estamos alineados con gobiernos cuestionados por ser autocráticos”, dijo.
Puntualizó que la posición del gobierno boliviano debería haber sido recurrir a la CPE, mantenerse como un país pacifista que procura la paz, y no tomar una decisión tan apartada de la comunidad internacional.
El martes, señalando que la “agresiva y desproporcionada” ofensiva militar israelí sobre territorio palestino, amenaza y pone en riesgo la paz y la seguridad a nivel internacional, la ministra de la presidencia, María Nela Prada, en su calidad de Canciller interina, anunció que el Gobierno nacional determinó romper las relaciones diplomáticas entre el Estado Plurinacional de Bolivia e Israel.
Ayer, el portavoz del ministerio israelí de Relaciones Exteriores, Lior Haiat, atribuyó la decisión del gobierno boliviano a un alineamiento del país con la organización terrorista Hamás y al régimen iraní. “Es una capitulación frente al terrorismo y al régimen de los ayatolás de Irán”, expresó Haiat, en redes sociales.