Asegurando que la influencia de Evo Morales ha sido objeto de controversia y preocupación en los procesos democráticos del país, la diputada por Comunidad Ciudadana (CC), Alejandra Camargo, señaló que las maniobras del líder cocalero para mantenerse en el poder provocaron profundas divisiones en la sociedad boliviana y que el Movimiento al Socialismo (MAS) haya experimentado una decadencia significativa en los últimos años.
Desde sus redes sociales, la parlamentaria representante de Cochabamba, apuntó a las acciones del exmandatario para perpetuarse en el poder, como los actos que socavaron la esencia de la democracia boliviana, al promover cambios en las condiciones de la alternancia en el poder.
“Esta maniobra provocó una serie de protestas y profundas divisiones en la sociedad boliviana. Incluso hoy, aún sin estar en la silla presidencial, usa a su grupo de parlamentarios para ejercer presión, coaccionar y desestabilizar el panorama político para conseguir sus caprichos y profundizar la división, como lo vemos con la situación que se da en estos momentos en el parlamento”, afirmó Camargo.
Manifestó además que, esto denota que el MAS ha experimentado una decadencia significativa en los últimos años y lo que comenzó como un movimiento político con aspiraciones de “justicia social” y “progreso” se ha transformado en una cooperativa clientelar y corrupta, donde los leales al jefazo de turno son recompensados con puestos y privilegios, mientras que la eficiencia de gestión, la transparencia y la rendición de cuentas han sido totalmente ignoradas.
En criterio de la legisladora, a esto debe sumarse la pugna por quién será la cabeza del partido azul en las próximas elecciones y la clara postura de Morales para “incendiar” su propio instrumento antes que soltar su liderazgo, sin mirar los daños que le hace a su propio partido, al gobierno y al pueblo boliviano.
Por otra parte, señaló que la presidencia de Luis Arce, ha estado marcada por la continuidad de las prácticas controvertidas del pasado, y por su ausencia en situaciones críticas a las que dedica simples frases en sus discursos. “No hay que caer en la retórica discursiva de que Evo y Arce son lo mismo, porque Evo solo es el líder del MAS, pero Arce es el presidente electo por voto”, sostuvo.
“Cualquier intento de desestabilizar la gestión de Arce, no es solo un síntoma golpista, sino atentatorio contra la democracia de Bolivia y funcional al intento de Evo Morales de retornar lo más pronto posible al poder a través de la convulsión y desestabilización social”, afirmó.
Finalizó señalando que el país está experimentando un período político muy desalentador, con el jefe del MAS y su “espiral de destrucción” para retomar el poder y un presidente “ausente” que no parece tener ni las ganas, ni las fuerzas para afrontar la destrucción de su propio partido y de las estructuras democráticas del país.
“Ni hablar de la oposición, la política boliviana hoy atraviesa una profunda crisis de democracia, partidos y liderazgos”, concluyó.