Lamentando que en el país se tenga una “fuerte tradición” de conseguir las cosas mediante medidas de presión, el vicepresidente de la Conferencia Episcopal de Bolivia (CEB), Monseñor Ricardo Centellas, señaló que los bloqueos y actos de violencia no aportan soluciones a los problemas del país, sino que se debe apostar por el diálogo sincero, esto en referencia a los bloqueos anunciados para la siguiente semana por sectores campesinos afines a Evo Morales.
En declaraciones a medios de prensa, en la capital del Estado, Centellas afirmó que las medidas de presión, como forma de imponer criterios y obtener resultados para distintos tipos de demanda, se convirtió en una práctica común a lo largo del tiempo, lo que no significa que estas acciones sean correctas.
En ese sentido, manifestó la necesidad de modificar ese comportamiento en todos los sectores de la sociedad para apostar por el diálogo como la mejor forma de resolver conflictos y atender demandas.
“En Bolivia tenemos una fuerte tradición de conseguir las cosas bajo presión, tenemos que darnos cuenta que ese no es el camino, los bloqueos no son la solución. Hay que cambiar nuestra manera de actuar y buscar un diálogo sincero”, dijo.
Puntualizando que todo bloqueo, acto de violencia y confrontación es dañino para la sociedad, por destruir y paralizar el avance como país. Centellas llamó a promover espacios de diálogo fraterno con convicción y fortaleza para abordar temas de interés común y que de esta forma se logre solucionar cualquier problema.
Sobre el rol de la Iglesia, reiteró que existe plena predisposición para colaborar en la generación de espacios de diálogo y conciliación en caso de que alguno de los sectores en conflicto, así lo solicite.
“Siempre estaremos prestos para colaborar ante cualquier solicitud o llamado para ser parte de lo que queremos todos los bolivianos, que las cosas se solucionen a partir del encuentro y el diálogo abierto para encontrar soluciones lo más pronto posible”, sostuvo.
El representante de la Iglesia Católica finalizó apuntando que son las autoridades las llamadas a fomentar el encuentro y la convivencia pacífica de la ciudadanía en todo sentido, nivel y circunstancia.
Tras el anuncio de un bloqueo de caminos a nivel nacional a partir del 4 de septiembre, por parte de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia, alineada con el ala “evista” del MAS, cuestionando la reciente elección del Secretario Ejecutivo de esta organización y demandando la destitución de Ministros de Estado, las reacciones de rechazo a la medida surgieron desde distintos sectores.
Para el diputado por Comunidad Ciudadana, Alejandro Reyes, esta medida solo provocará un gran perjuicio para la población y será el inicio de una nueva convulsión social provocada por el dirigente cocalero Evo Morales, con la finalidad de satisfacer apetitos personales, sin importar la delicada situación económica por la que atraviesa el país.
En ese sentido, exigió a la dirigencia y militancia del partido de Gobierno, resolver sus problemas internos sin afectar las actividades de la ciudadanía.
“El país entero va ser afectado porque se está anunciando lo que va ser la convulsión social a la que nos va llevar Evo Morales y la dirigencia de este Gobierno”, reprochó el legislador paceño.
Por ello, instó al Gobierno y al MAS a resolver sus diferencias en espacios de diálogo interno, sin que medidas de presión como el bloqueo de caminos anunciado para la siguiente semana, perjudiquen a ciudadanos que no tienen nada que ver con sus disputas.
“Ellos lo que tienen que hacer primero es solucionar sus problemas internamente sin afectar a la gente y hacer gestión. Nada de eso están haciendo por lo tanto van a afectar a todos los bolivianos y nuevamente se convulsionará el país por orden de Morales”, dijo.
Desde el ala “arcista” del oficialismo, la medida también fue rechazada por considerarse una determinación extrema que responde “estrategias políticas” cuyo objetivo es generar escenarios de confrontación y violencia para responsabilizar al Gobierno ante posibles muertes.
“Ellos están queriendo que existan uno, dos o tres muertos y echar responsabilidad a nuestro Gobierno, por lo tanto, nosotros queremos llamar a la reflexión a nuestro hermanos dirigentes, a nuestros hermanos de base”, señaló.
Sobre el daño económico que pueda derivar de esta medida, la viceministra de Comunicación, Gabriela Alcón, afirmó que un bloqueo en la actual coyuntura generaría una pérdida de al menos 115 millones de dólares por día, afectando a la población de forma directa.
“No es un paro para el Gobierno, sino es un paro donde se ve directamente perjudicada la población, comerciantes, transportistas, vendedores y otros que no pueden trasladarse para realizar sus actividades”, lamentó la autoridad, afirmando que el diálogo es la mejor vía para solucionar cualquier conflicto.
La semana pasada, tras cumplirse el plazo de 72 horas que la Csutcb, afín a Evo Morales, dio al Gobierno para la entrega de sus instalaciones en la Paz, se anunció el bloqueo indefinido de carreteras a nivel nacional desde el próximo 4 de septiembre.
“Hemos definido que se realice un bloqueo nacional de caminos de forma indefinida”, afirmó el dirigente Ponciano Santos mediante un pronunciamiento.