Pese a un panorama complejo, actores políticos se enfrascan en luchas por poder, culpándose y señalándose mutuamente, dedicándose a desprestigiar al adversario sin pruebas, cual riña infantil.
Asegurando que la crisis en Bolivia se está profundizando día a día, afectando a múltiples sectores productores del país, la diputada miembro del “Bloque Dignidad” en Comunidad Ciudadana (CC), Alejandra Camargo, señaló que la incertidumbre sobre el futuro ha generado un clima de nerviosismo palpable en una población que teme por la estabilidad económica y social del país.
En criterio de la asambleísta representante de Cochabamba, la población está cansada de esperar soluciones efectivas de las autoridades y ha comenzado a organizarse para ejercer presión y manifestar su descontento en las calles. “Sin colores partidarios ni esperando la piedad de algún caudillo político”.
“A medida que los precios de los productos básicos continúan en alza, la ausencia de soluciones del Gobierno sobre la realidad de la situación es contundente. Como vimos en el triste espectáculo que dio el viceministro Gustavo Torrico hace unos días en medios de comunicación, incrementando la frustración ciudadana ante la indolencia y desconexión de la realidad por parte de las autoridades”, indicó Camargo.
En ese contexto, sostuvo que uno de los problemas más críticos es la escasez de dólares, un fenómeno que ha generado preocupación tanto en el sector empresarial y productivo como entre los ciudadanos de a pie.
“La falta de divisas se ha visto acompañada por una crisis en el suministro de combustible, otro factor que agrava la sensación de desamparo, a esto se suma además la crisis ambiental que tiene a nuestros bosques una vez más en llamas”, dijo.
Agregó que, sin soluciones a la vista, el malestar se extiende, y la paciencia de la gente se agota rápidamente, impulsando a más sectores a sumarse a las protestas.
Para la asambleísta de oposición, pese a este panorama, los políticos del país parecen estar más preocupados en sus disputas y guerras internas, que en atender las urgentes necesidades de la población.
“En lugar de unidad para buscar soluciones, los actores políticos se enfrascan en luchas por el poder, culpándose y señalándose mutuamente, dedicándose a desprestigiar al adversario con infamias y sin pruebas como si se tratara de una riña infantil”, cuestionó.
Aseguró, además, que esta conducta no solo desvía la atención de los verdaderos problemas, sino que también impide la construcción de un frente opositor coherente y capaz de enfrentar la crisis provocada por el MAS en 18 años de gobierno.
“Este no es el momento para fomentar divisiones o caer en juegos políticos, es el momento de actuar con responsabilidad, pensando en el bienestar de todos los bolivianos. La gente está exigiendo respuestas, y la historia no será amable con aquellos que, teniendo el poder para cambiar el rumbo, decidieron enfocarse en riñas inútiles en lugar del verdadero servicio al país”, concluyó.