Aunque el correo electrónico tiene varias décadas, sigue siendo una herramienta esencial para millones de personas, con aplicaciones como Gmail que se han vuelto indispensables en nuestros dispositivos móviles. Sin embargo, su antigüedad también significa que esta tecnología puede estar algo desfasada y no siempre satisface las necesidades actuales.
Uno de los principales problemas que enfrentan quienes revisan su bandeja de entrada a diario es el ‘spam’ y los correos maliciosos. En particular, el ‘phishing’ se ha convertido en una amenaza creciente. Esta técnica consiste en suplantar a una entidad o empresa con el fin de engañar al usuario y robarle dinero o información personal.
El ‘phishing’ se vuelve cada vez más sofisticado, y muchas personas caen en la trampa al responder a correos que aparentan ser de su banco, pero que en realidad son enviados por atacantes que buscan acceder a sus cuentas. Estos correos suelen tener un diseño muy similar a los originales, e incluso las direcciones de envío pueden parecer auténticas.
Para combatir este problema, Google presentó el año pasado una solución: la marca azul. A partir de ahora, las aplicaciones de Gmail en iOS y Android también mostrarán esta verificación. La marca azul indica que el remitente ha sido autenticado, lo que nos da la confianza de que realmente es quien dice ser. Por ejemplo, si recibimos un correo con la marca azul de Google, podemos estar seguros de que es legítimo y no un intento de robo.
Es importante destacar que la marca azul de Gmail es diferente a la de X (anteriormente Twitter) y no se puede obtener simplemente pagando a Google. En 2021, la compañía adoptó el estándar BIMI (Brand Indicators for Message Identification), respaldado no solo por Google, sino también por competidores como Yahoo, Mailchimp, Fastmail y Valimail. Para registrarse en BIMI, las empresas deben seguir ciertas prácticas y tener sus dominios y logotipos verificados por terceros.
Al ver una marca azul en Gmail y hacer clic en ella, aparecerá una ventana emergente que confirmará que el remitente ha sido verificado y que realmente es el propietario del dominio desde el cual se envió el correo. Además, BIMI permite que el logotipo de la empresa se muestre en los correos, facilitando su identificación.
Sin embargo, hay un inconveniente: esta verificación solo está disponible a través de las aplicaciones de Gmail o su página web. Google ha confirmado que las aplicaciones de terceros no recibirán esta verificación por ahora, incluso si conectamos nuestra cuenta de Gmail a plataformas como Apple Mail o Samsung Email.