La violencia contra los niños y niñas no cesa en Bolivia, pues el segundo caso de infanticidio en el año se registró esta semana en la localidad yungueña de Arapata, donde una mujer envenenó a sus dos hijos y luego se quitó la vida con sustancias fosforadas, según reportó el director departamental de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc), Gabriel Neme.
El reporte preliminar señala que la madre, identificada como Maritza C., habría dado de comer el tóxico a su niña de nueve años y a un recién nacido de ocho meses para luego ingerirlo ella misma. Neme indicó que la mujer habría tomado esta decisión argumentando atravesar “problemas familiares y económicos”.
“De acuerdo a la información que se tiene, estas personas habrían fallecido por la ingesta de órganos fosforados. Se están realizando las actividades pendientes para establecer las causas”, informó el jefe policial.
Tras el hallazgo, los cuerpos fueron trasladados a un hospital en Coroico para la realización de la autopsia legal, la cual determinará de manera precisa la causa de los decesos, según reflejó Brújula Digital.
Por su parte, los pobladores de la región pidieron que se investigue la muerte de estas tres personas. Una de las vecinas relató al medio privado Unitel que la madre era “tranquila” y vivía sola con sus dos hijos en una pequeña vivienda.