Un grupo de seguidores de Hezbolá atacó este viernes un convoy de la Fuerza Interina de Naciones Unidas en Líbano (FINUL), incendiando uno de sus vehículos y dejando un herido. El Ejército libanés condenó los hechos y prometió detener a los responsables, mientras que la ONU calificó el ataque como una “flagrante violación del Derecho Internacional” y exigió una investigación inmediata.
El primer ministro libanés, Nawaf Salam, condenó el ataque y ordenó medidas urgentes para identificar a los agresores. El incidente se produce en un contexto de creciente tensión tras la prohibición del aterrizaje de un avión iraní en Beirut, en medio de acusaciones de Israel sobre presuntos fondos de contrabando para Hezbolá a través de vuelos civiles.