El movimiento de Petro, Pacto Histórico, publicó un comunicado en el que insta al Gobierno a retirar un proyecto de ley enviado al Congreso el año pasado. La reforma haría que las campañas políticas fueran totalmente financiadas por el Estado e introduciría un sistema en el que los votantes tendrían que respaldar a un partido en lugar de a un individuo.
Poco después, el ministro del Interior, Alfonso Parada, solicitó al Congreso de la República retirar el proyecto. «Ayer en la mañana le presenté (al presidente Petro) un informe detallado de la reforma política que me pidió y me dijo que revisáramos la posibilidad de retirarla, pues no había un ambiente de construcción y acuerdo positivo para avanzar en una reforma que necesita el país», señaló en la sesión de la Comisión Primera del Senado.
Prada instó a todas las bancas políticas del Congreso de la República a un acuerdo nacional para llevar a un buen puerto una nueva reforma política, además, destacó que por el momento no existe ningún afán en presentar un nuevo articulado hasta que se llegue aún consenso.
«Esta sería la primera derrota de un proyecto de ley grande en el Congreso», dijo Andrés Mejía, consultor político que enseña en la escuela de negocios de la Universidad de Los Andes de Bogotá. «Esto demuestra que la coalición no opera como un bloque que podría permitir fácilmente al Gobierno impulsar las próximas reformas».
Los inversionistas tratan de medir la fuerza de Petro en el Congreso para ver qué tan probable es que pueda aprobar una serie de proyectos de ley destinados a reformar el modelo económico conservador de la nación. El proyecto de ley pensional de Petro, en particular, se considera negativo para los activos colombianos, ya que reduciría el flujo de dinero a los fondos de pensiones privados, que figuran entre los principales actores del mercado local.
En la reforma política, los legisladores eliminaron muchas de las iniciativas originales de Petro y agregaron otras, como permitir que los miembros del Congreso se conviertan en ministros.
Petro tomó distancia frente a la reforma en un tuit ayer y dijo que la nueva versión no hace que el sistema político sea más progresista.
COALICIÓN FRAGMENTADA
Algunos de los aliados de Petro en la coalición gobernante han disentido de planes como otorgar al Gobierno un papel más importante en el sistema de salud, o sostener conversaciones con grupos de narcotráfico y guerrilla en la búsqueda de la llamada Paz Total.
El Partido Conservador dijo que no apoyará una reforma laboral del Gobierno, que pretende aumentar el pago de horas extra y otros derechos de los trabajadores.
«Esto obligará al Gobierno a ceder mucho en cualquiera de las reformas que envió al Congreso. Es una coalición que cada vez se está fragmentando más», dijo Sergio Guzmán, director de Análisis de Riesgo Colombia. (Infobae)