Esta ofensiva se produjo apenas un día después de que el grupo terrorista ordenara la mayor maniobra contra el país desde octubre, que incluyó más de 200 cohetes y 20 vehículos aéreos no tripulados.
El Ejército de Israel informó ayer que el grupo terrorista libanés Hezbollah había lanzado una nueva oleada de drones explosivos contra el país, de los cuales la Cúpula de Hierro logró interceptar a la mitad.
Precisamente, desde las Fuerzas de Defensa indicaron que se trató de cuatro vehículos aéreos no tripulados, uno eliminado sobre la ciudad de Kiryat Shmona, otro en la zona de Alta Galilea, mientras que los restantes dos cayeron cerca de la comunidad de Beit Hillel.
Ninguno de ellos dejó heridos, a pesar de que lograron disparar las alarmas de emergencia, por el ingreso de objetos sospechosos y por precaución, ante la posibilidad de caída de metralla de los drones derribados.
Previamente, durante la noche del sábado, el Ejército israelí había lanzado en el sur del Líbano una serie de ataques en los que fueron abatidos dos combatientes en el área de Bint Jbeil, una estructura militar en Kfarkela e infraestructura terrorista en Yarine.
No obstante, el peor de los cruces hasta el momento se produjo el pasado jueves, cuando el grupo pro iraní lanzó más de 200 cohetes y 20 drones explosivos contra Israel, en represalia por la muerte del alto comandante Mohammed Naameh Nasser, la víspera, en un ataque de Tel Aviv sobre la localidad de Al Housh, cerca de Tiro. Las amenazas estuvieron dirigidas a los Altos del Golán, Safed, Alta Galilea, Nahariya y Acre, entre otras.
Si bien la mayoría de los proyectiles fueron neutralizados gracias al inmediato y eficaz accionar de los aviones de combate y las defensas aéreas, desde la cartera castrense lamentaron la muerte de un soldado reservista de 38 años en el lugar de los hechos. Asimismo, como resultado de los drones explosivos y la metralla de las interceptaciones, se produjeron incendios en varias zonas del norte de Israel, donde fueron bombardeados, de esta manera sumaron y precisaron que los Servicios de Bomberos y Rescate habían sido movilizados para extinguir las llamas a causa de los ataques.
Por otro lado, horas después de que sonaran las sirenas de emergencia, los agentes de la Policía y los expertos en desactivación de bombas fueron desplegados por todo el norte del país para evaluar el impacto de los cohetes y analizar los restos que yacían en el terreno, con posible material explosivo.
Desde el pasado octubre, Israel y Líbano viven el mayor pico de tensión en más de una década, que se traduce en un intercambio de fuego casi a diario y decenas de civiles muertos a causa de los enfrentamientos. Hezbollah, parte de la Resistencia Islámica, ataca desde el norte al Estado judío en señal de respaldo a su par Hamás, por la guerra que se libra en la Franja de Gaza, y de esta manera advirtió sobre la posibilidad de escalar las agresiones si no cesa la violencia en el enclave, el cual podría agravar las mismas.
El gabinete de guerra encabezado por Benjamín Netanyahu insiste en recurrir a la vía diplomática para resolver este conflicto, pero, ante la falta de una respuesta positiva de la contraparte, avanzó con la elaboración de una estrategia bélica de mayor dimensión en el norte.
En tanto, si Israel y Hamás llegaran a prosperar en sus negociaciones y alcanzaran una tregua en la Franja de Gaza, Hezbollah dijo que disminuiría sus agresiones contra el país vecino. (Infobae/Efe)