La integración latinoamericana fue tradicionalmente uno de los grandes desafíos de una región marcada por la división entre bloques políticos, pero la XXVIII Cumbre Iberoamericana sirvió para sacar de nuevo a colación un reto pendiente que no se da por imposible, como expusieron los presidentes de Colombia y Argentina, Gustavo Petro y Alberto Fernández.
La integración de América Latina, como reconoció ayer el mandatario colombiano, se quedó en una esfera discursiva, en comparación con otros espacios como Europa que sí buscaron una unidad concreta.
“En la práctica poco hacemos por la integración verdadera”, lamentó Petro, que propuso durante su discurso avanzar en este ámbito tomando referencias tangibles como pueden ser las energías limpias,”nuestro aporte a la vida de la humanidad”, argumentó.
Por su parte, el presidente de Argentina coincidió en los retos pendientes y puso como punto de inflexión en este avance hacia la integración el mandato de Donald Trump en Estados Unidos, que coincidió con una desintegración regional en la que, por ejemplo, “la UNASUR fue desvaneciéndose.
La unidad, según Fernández, es clave para preservar intereses comunes, respetando eso sí la diversidad ideológica. “Estamos moralmente obligados a unir esfuerzos” porque “somos todos pasajeros en un mismo barco”, dijo Fernández, cuyo país ejerce precisamente la presidencia pro témpore de Mercosur.
ESTRECHAR LAZOS CON LA UNIÓN EUROPEA
La XXVIII Cumbre Iberoamericana sirvió para constatar el interés de varios líderes de América Latina por estrechar lazos con la Unión Europea, un objetivo en el que ven la inminente presidencia española del Consejo como una oportunidad.
El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, abogó durante su discurso por este acercamiento, citando como aliciente el hecho de que España ocupe en el segundo semestre del año la presidencia de turno del Consejo, que coincidirá también con una reunión de líderes UE-CELAC en julio.
En esta línea, el presidente de Chile, Gabriel Boric, ve en la presidencia española una gran oportunidad para tender puentes entre dos regiones que tienen valores compartidos. “Es necesario unir fuerzas y convicciones”, dijo, en un mensaje en el que dio su apoyo a la labor del Gobierno de Pedro Sánchez.
Costa Rica, por su parte, considera a España el vocero de Latinoamérica en Europa, como explicó ayer su presidente, Rodrigo Chaves, que espera con gran optimismo el semestre español en la UE.
ACUERDO CON MERCOSUR
Uno de los frentes abiertos entre América Latina y Europa es el acuerdo comercial con Mercosur, pendiente de aprobación por los recelos de varios Estados miembro de la UE. Paraguay, que forma parte de Mercosur, considera inaceptable que no haya ningún pacto final tras más de dos décadas de diálogo.
Así expresó el presidente paraguayo, Mario Abdo Benítez, al reclamar resultados con compromisos concretos para que pueda haber cuanto antes un acuerdo ambicioso y equilibrado.
El primer ministro de Portugal, António Costa, defendió la importancia de este pacto con Mercosur e instó a seguir trabajando para cerrarlo, teniendo en cuenta no obstante que no existe ningún acuerdo comercial que no tenga ajustes a lo largo de su tramitación. (Europa Press).
Costa confía en aprovechar la oportunidad que supone la presidencia española en la UE para avanzar en éste y otros ámbitos.