Más de 600 bomberos fueron movilizados para hacer frente a las llamas y varias ciudades fueron evacuadas mientras la policía cerraba carreteras y autopistas.
El Gobierno español manifestó su preocupación por la posibilidad de que se produzcan más incendios este año, tras un invierno extraordinariamente seco en algunas zonas del sur de Europa y el aumento de las temperaturas medias debido al cambio climático.
Los servicios de emergencia ya sofocaron decenas de incendios en Asturias y en la vecina región de Cantabria en los últimos dos días. La mayoría de ellos fueron provocados a propósito y avivados por fuertes vientos, según las autoridades.
La policía dijo que había abierto múltiples investigaciones, pero aún no se identificaron a ningún pirómano. Las penas por incendio provocado pueden alcanzar hasta 20 años de prisión, dependiendo de los daños causados.
Andrés Pérez, un vecino de 68 años de la localidad de Setienes, dijo que estaba convencido de que los incendios habían sido provocados, pero que no sabía quién estaba detrás de ellos ni sus motivos.
En el pasado, los incendios intencionados se relacionaron a menudo con pastores que buscaban más pastos para su ganado. Asturias revocó en 2017 una ley que restringía el pastoreo de ganado en zonas forestales dañadas por el fuego.
La región montañosa, densamente arbolada, es una de las zonas más lluviosas de España, aunque los incendios son habituales en marzo, según el Gobierno regional.
La combinación de escasez de lluvias, altas temperaturas y vientos ha colocado a la mayor parte del norte de España en una situación de alto riesgo de incendios.
España registró el miércoles 29 de marzo el día más caluroso de su historia, con temperaturas que superaron los niveles normales en entre 7 y 14 grados centígrados, según la agencia meteorológica AEMET. (Reuters).