Los animales vivían en hacinamiento. Autoridades aprehendieron a la persona que estaba supuestamente al cuidado de estos animales, quien aseguró que el lugar era un refugio.
Tras recibir la denuncia de vecinos, la Policía Forestal y de Protección al Medioambiente (Pofoma) y la Fiscalía de La Paz allanaron una vivienda en la zona Cotahuma de La Paz, donde descubrieron un presunto caso de biocidio. En la intervención, se hallaron 15 gatos muertos, de los cuales 11 estaban dentro un refrigerador y otros cuatro en el baño del inmueble.
Al parecer, el lugar funcionaba como una especie de refugio de animales y una mujer era la que se encargaba de recogerlos y “cuidarlos”. Sin embargo, según animalistas que acompañaron la intervención, el sitio no cumplía con varios criterios para ser considerado como albergue de animales, pues estos vivían en hacinamiento.
“Hemos recibido una noticia, de que al interior de este bien inmueble existían animales donde aparentemente habrían sufrido malos tratos y existiría además animales muertos. A este efecto es que el Ministerio Público abrió la investigación y procedió a allanar el domicilio (…) se pudo evidenciar que en este lugar existían 19 perros, 25 gatos y lo que llama la atención es que existían 11 gatos muertos al interior de un refrigerador, estaban congelados. Asimismo, se ha podido advertir que existían cuatro gatos al interior de un baño, en estado de putrefacción”, informó el fiscal Ronald Jurado.
Debido a la denuncia, presentada el 2 de diciembre, y ante los hechos que se advirtieron, las autoridades aprehendieron a la mujer que estaba al cuidado de estos animales. Ella, según el fiscal, aseguró que el lugar funcionaba como refugio de animales, pero no supo explicar por qué tenía aún a los gatos muertos en el refrigerador y en el baño.
Jurado indicó que la investigación se realiza por los delitos de malos tratos y biocidio.
Representantes de la Fundación RPC y Amor Por Los Animales Bolivia (Aplab) participaron del rescate de los animales y destacaron la celeridad de la Fiscalía para realizar el allanamiento, al igual que de los efectivos de Pofoma que de inmediato acudieron, pero lamentaron la ausencia de expertos de Zoonosis.
En primera instancia, los animales fueron trasladados a Zoonosis para que reciban la atención de expertos en veterinaria, pero después, los felinos fueron trasladados al nuevo centro de Aplab, donde, pese a no ser refugio, están siendo atendidos por profesionales.
“Los perros se quedaron en Zoonosis, nos dijeron que estarán 14 días en observación y después estarán (aptos) para adopción”, explicó la representante de Aplab Bolivia, Ana Serrano en sus redes sociales.
Asimismo, una de las veterinarias del lugar, informó que “todos los animales (gatos) presentan hongos, desnutrición, encías blanquecinas, pálidas, con anemia (…) algunos con procesos infecciosos, la mayoría flaquitos”, por lo que requerirán de mayores cuidados.
PEDIDO
Una vez restablecidos, perros y gatos, estos podrán estar aptos para adopción, por lo que las animalistas convocan a que la población pueda contactarlas y darle un hogar a alguno de ellos. Para mayor información pueden contactarse con el número de celular 71536167.
Además, recomendaron que hacinar a los animales no es algo bueno, se debe tener cuidado en su trato y tiene que ser un apoyo responsable, “no pueden tenerlos de esta manera (refiriéndose al lugar en el que estaban), a título de rescatarlos”.
Pidieron a las autoridades, que levanten un registro de todos los animalistas o rescatistas que tienen un espacio donde cobijan a animales. También se debe verificar que los albergues que funcionan en la urbe cumplan, al menos, con requisitos mínimos como el espacio con el que se cuenta, las condiciones que tiene, cumplir protocolos, tener registro de la cantidad de animales a los que pueda ayudar y estar con documentación legal.
“Si decides tener un albergue tiene que estar en buenas condiciones, tener protocolo (…) para poder manejar un lugar en mejores condiciones y evitar estos problemas”, sostuvo Serrano a tiempo de recalcar que las personas que atienden estos lugares deben ser “responsables y honestos”.