El ataque fue efectuado por un avión no tripulado, dejó al menos un fallecido y dos heridos, ambos guardaespaldas de una comitiva que transportaba, al menos y según confirmó el Gobierno yemení, al gobernador de Taiz, Nabil Shamsan.
No obstante, múltiples fuentes aseguraron a Arab News y al portal yemení de noticias South24 que en la comitiva viajaban también el ministro de Defensa, Mohsen al Daari, y el jefe del Estado Mayor del Ejército, Sagheer bin Aziz.
Todos ellos venían de la ciudad portuaria de Moca donde el ministro y el jefe del Estado Mayor participaron en una reunión de la cúpula de seguridad con una delegación de Arabia Saudí, gran aliada del Gobierno yemení en el conflicto.
El Gobierno yemení y sus aliados condenaron el ataque, que atribuyen a la insurgencia huthi. La Embajada francesa en Yemen expresó en un comunicado sus condolencias a las familias de las víctimas por un ataque muestra una vez más la naturaleza violenta de los huthis, que impide todos los esfuerzos de paz.
El ataque tiene lugar tras varios días de repunte de los combates que se cobraron las vidas de decenas de integrantes de ambos bandos, y que comenzaron con una ofensiva insurgente contra las tropas gubernamentales en el distrito de Hareb, al sur de la provincia de Marib.
Esos ataques, así como otros bombardeos y ataques terrestres menos intensos en Taiz, hizo añicos las esperanzas de una solución pacífica a la guerra, que habían surgido tras la última ronda exitosa de conversaciones sobre intercambio de prisioneros entre los huthis y el Gobierno yemení.
La Embajada de EEUU en Yemen, en este sentido, trasladó su condena por la «escalada hutí en Taiz y Marib. «Tenemos que dejar de exacerbar el sufrimiento de los yemeníes», según un comunicado publicado en sus redes sociales. (Europa Press).