“Ha ido al curandero, le ha dado gran cantidad de porciones, fórmulas, inclusive (…) se le ha colocado algunas cosas ahí abajo”, informó ayer el director del Hospital Maternológico, Antonio Pardo.
La madre tenía 10 semanas de embarazo cuando se hizo atender en su casa con el curandero que le provocó una hemorragia. Por la gravedad del sangrado fue llevada al hospital.
Allí la ingresaron a la Unidad de Terapia Intensiva (UTI) donde los médicos tuvieron que quitarle el útero para salvarle la vida. “Salió pus del útero, de la matriz. Entonces se ha tenido que proceder a quitar toda la matriz, más el ovario derecho”, explicó Pardo y agregó que es el segundo caso similar que atendió.