Tras alegar que vivió una “pesadilla” durante su reclusión, el capitán del Ejército, Marco Caviedes, decidió acogerse a un proceso abreviado y admitir su culpa por la comisión del delito de Alzamientos Armados en grado de complicidad por las acciones militares del 26 de junio, con lo que obtuvo una condena reducida de tres años de prisión, a cambio de poder recuperar su libertad.
De esta manera, el militar que fungía como el cuarto ayudante del excomandante Juan José Zúñiga, se convierte en el primer sentenciado en este caso y podrá salir de la cárcel de San Pedro, donde actualmente cumple detención preventiva.
Su abogado, Eusebio Vera, aseguró que Caviedes no tenía conocimiento de los planes de Zúñiga y que su único rol fue asistirlo llevando su maletín.