Las cifras se dieron a conocer por el ministro del Interior, Gérald Darmanin, quien señaló a la extrema izquierda como la responsable de los actos de violencia que se produjeron al margen de las marchas organizadas por los sindicatos contra la reforma del Gobierno.
Insistió en la defensa de la acción de los 12.000 policías y gendarmes movilizados, que protegieron a los manifestantes convocados por los sindicatos en más de 300 desfiles por todo el país.
Según sus propias cifras, hubo en torno a un millón de manifestantes (3,5 millones, según una de las centrales convocantes).
Sin embargo, hizo notar que esta movilización importante va de la mano de una radicalización de una pequeña parte, en particular de la extrema izquierda que se hizo notar en París, pero también en otras ciudades donde hubo graves altercados, como en Rennes, en Nantes, en Lorient o en Burdeos.
En París dijo que hubo 1.500 vándalos que se adelantaron al cortejo sindical y atacaron a los agentes con cócteles molotov, con adoquines y con barras de hierro.
El departamento de Interior contabilizó 903 incendios de mobiliario urbano y de contenedores que en algunos distritos de París, como en otras ciudades, llevan acumulándose por la huelga de la recogida de basuras desde hace más de dos semanas.
Darmanin contó que el presidente, Emmanuel Macron (que se encuentra participando en la cumbre de la Unión Europea en Bruselas), y la primera ministra, Élisabeth Borne, están inquietos en primer lugar por los manifestantes, que lograron manifestarse en buenas condiciones, pero también por la radicalización de una pequeña parte.
Consultado sobre si existe la posibilidad de renunciar a la ley de reforma de las pensiones ante la situación actual, su respuesta fue: “No creo que haya que retirar este texto por la violencia. Si no, la República no existe”. (Infobae).