La vigilia de mujeres, liderada por la presidenta de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia (Apdhb) Amparo Carvajal, requiere con urgencia una carpa y baños para continuar su protesta instalada en el callejón posterior al inmueble que está ocupado por militantes del partido gobernante, desde hace 23 días.
Carvajal, de 84 años, junto a mujeres que voluntariamente realizan la defensa de los derechos ciudadanos, permanece bajo un improvisado protector contra el sol, mientras a unos metros hacen guardia mujeres y policías con uniformes contra motines.
“Yo pago el agua y la luz y no tengo acceso al edificio”, reclama mientras en el interior del inmueble que desde 1992 cobijó a la histórica Asamblea, unas cinco personas permanecen desde el viernes 2 de junio cuando irrumpieron, junto a decenas de militantes del partido oficialista, con violencia y soldaron las cerraduras de la puerta principal.
Carvajal tiene la salud muy frágil y pese a ello dice estar convencida de continuar con su protesta, en la extensión de una callejuela que por las noches y madrugadas registra temperaturas bajo cero.
Hasta ayer, usaron una carpa prestada, pero deben devolverla. Ante la falta de este equipo, pidieron la ayuda de los ciudadanos para obtener este equipo que las ayude a soportar uno de los inviernos más duros de los últimos años.
Al inicio de una protestas, unos vecinos permitían el uso de sus servicios higiénicos, pero sin anuncio previo cesaron su ayuda. Una activista teme que hayan sufrido alguna amenaza.
“De acuerdo a ley, su participación como Presidenta de la Apdhb hace que el Estado se obligue a respetar y hacer respetar los derechos que reclama, y están protegidos por el bloque de constitucionalidad al existir un convenio con la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que garantiza el derecho a la protesta”, explicó la asesora legal de la Asociación Nacional de la Prensa (ANP), Mabel Antezana.
SIN COBERTURA EN TV
Desde que perdió dos recursos ante la justicia, por lograr la devolución del edificio, “los canales de televisión no volvieron al lugar”, comentó una de las activistas que acompaña a Carvajal, y su versión fue apoyada por sus compañeras.
Ayer, las defensoras recibieron la visita de la presidenta de la Asociación Nacional de Periodistas de Bolivia (ANPB), Zulema Alanes, y del presidente de la Asociación de Periodistas de La Paz (APLP), Raúl Peñaranda, en un gesto de solidaridad con el reclamo.
“Repudiamos la ocupación de las oficinas de la APDHB y demandamos la devolución del edificio y el respeto a la representación legítima de Amparo Carvajal”, declaró Alanes a la Unidad de Monitoreo de la Asociación Nacional de la Prensa (ANP).
El pasado 2 de junio, la ANP que representa a los principales diarios bolivianos, expresó firme rechazo a la toma violenta de las oficinas de la Apdhb, y reclamó el respeto a las instituciones que defienden los derechos de los ciudadanos.