Antonio Saravia
No hay gasolina, no hay diésel, no hay dólares, no hay medicamentos, no hay carne, no hay arroz… la inflación galopa (nadie le cree al INE), no podemos circular por las carreteras, la maraña de impuestos y regulaciones hacen imposible la actividad privada y nos condenan a la informalidad… vivimos bloqueados y miramos impotentes cómo el poder político nos llena los noticieros de escándalos, mientras ellos se llenan los bolsillos con corrupción y prebenda…
El MAS nos ha robado la economía, nos ha robado la República, nos ha robado el futuro y nos está robando la dignidad. No sabemos ya quiénes somos ni para dónde vamos. Estamos asustados, silenciados y, lo peor de todo, nos estamos acostumbrando a agachar la cabeza y aceptar nuestra humillación. El MAS nos está robando el ajayu.
Pero no nos equivoquemos, el MAS y sus ladrones, sus tilines y sus pedófilos, no son el problema de fondo. El problema de fondo es el paradigma que el MAS representa: el estatismo. Cuando le asignamos al Estado el rol preponderante en la economía, el Estado inevitablemente crece y se ensancha comiéndose los recursos, expandiendo su ineficiencia y suprimiendo la actividad privada. No sirve de nada, por lo tanto, vencer al MAS el 2025 y reemplazarlo por buenos muchachos si éstos no cambian el paradigma que gobierna la sociedad. Si seguimos viviendo a expensas del Estado nos acostumbraremos a la humillación de estirar la mano a ver si nos toca un bono, o a celebrar si conseguimos algo de carne en el mercado o a alegrarnos de que nuestra cola para gasolina duró solo una hora.
¿Qué hacer? Si el problema es el estatismo, la solución está necesariamente en la otra vereda: el liberalismo. La solución real es dejar de asignar el rol preponderante al Estado y devolvérselo al individuo. Eso significa asegurar la estabilidad macroeconómica reduciendo el gasto público, proteger la propiedad privada a capa y espada, y garantizar la igualdad ante la ley, como principio básico de la libertad individual.
Pero seamos concretos, las papas queman. ¿Qué se debe hacer apenas saquemos al MAS del poder el 2025? Dejo aquí ocho medidas imprescindibles.
Específicamente:
Hay mucho que hacer y este listado de ocho puntos no cubre todas las reformas que el país necesita. Establece, sin embargo, una declaración fundamental de principios, porque no solo enfrenta la crisis actual, sino que muestra el camino para el futuro: sacar a los políticos del medio y devolverle al individuo la responsabilidad del desarrollo y, sobre todo, su dignidad.
Antonio Saravia es PhD en economía.
Twitter: @tufisaravia