Un reporte de ese medio refirió que el reportero entrevistó al delegado de la línea H, Pacífico Torrico, pero cuando cuestionó sobre el estado de desgaste de las cubiertas de goma del motorizado que provocó el accidente, fue agredido verbalmente.
“(…) Yo no soy dirigente, ¿entonces qué me preguntas? Yo puedo hacer lo que quiera y a usted qué le importa. ¡Quién es usted para preguntarme¡”, exclamó Torrico y de inmediato echó de su oficina al periodista y al camarógrafo, según se observa en las imágenes difundidas por la Red Uno.
El jueves 22 de junio, un bus de la línea H, con una antigüedad de 50 años, provocó un hecho en la avenida Petrolera y la intersección con la calle Montero, de la ciudad de Cochabamba, y cuatro personas perdieron la vida. Tres días después de la múltiple colisión, otro bus de la línea H chocó contra la malla perimetral de la parroquia San Antonio, al sur de la ciudad, según el reporte del diario Opinión.
El medio impreso informó que entre julio de 2022 y junio de 2023, al menos cuatro hechos fueron provocados por buses de la línea H. En la mayoría de los casos, los motorizados se encontraban fuera de servicio y en dos, los conductores estaban ebrios, señala el medio impreso.
La Asociación Nacional de la Prensa (ANP) ratifica que el trabajo periodístico está protegido por la Constitución Política del Estado (CPE) y su función principal es divulgar temas de interés común, en este caso sobre la seguridad de los usuarios de un servicio público.
Aunque los prestadores del transporte de pasajeros son privados, el periodismo tiene la función de alertar sobre los riesgos de un servicio que tiene carácter público y está regulado por normas emitidas por entidades estatales, según la ANP.