Dos personas fueron aprehendidas y vinculadas al infanticidio del niño José Andrés. El exrecluso, de 33 años, identificado como Ruddy Yáñez Villavicencio, confesó que interceptó al niño cuando iba a su escuela y le ofreció 20 bolivianos para que le ayudara a comprar gasolina en una estación de servicio. El pequeño subió a la moto y él lo llevó a una zona de Tejerías, donde lo violó y lo mató. Luego lo enterró en el patio de la casa de sus padres. Hoy, la población, enardecida, le prendió fuego a la casa del agresor.
Además, la Policía capturó a su expareja, una mujer que fue señalada como cómplice del macabro hecho, pues mantuvo contacto con Ruddy “y tendría conocimiento del abuso e infanticidio que cometió su expareja”.
JUNIO, UN MES CRUEL CON LOS NIÑOS Y ADOLESCENTES
El 5 de junio, en una reunión de padres para recoger boletines de notas de un colegio de Santa Cruz, una niña de 6 años fue apuñalada en el pecho por otro niño de 11 años en el baño. Fue hospitalizada hasta el 12 de junio, pero el 15 de junio murió cuando se atragantó con un pedazo de pan. La causa de muerte de la autopsia señala ambas razones: atragantamiento y traumatismo penetrante en tórax.
El 17 de junio, una adolescente de 17 años murió en una avalancha que trataba de entrar a un concierto en el campo ferial de Sucre.
El 18 de junio, en Potosí, una pareja joven discutió por temas económicos y el hombre se enteró de que la niña de 2 años que estaba criando no era su hija y decidió irse de la casa. Horas más tarde volvió para arreglar el conflicto, pero descubrió que su esposa de 20 años había matado a la niña, tapándole la nariz y la boca, hasta asfixiarla. Él la denunció.
El 20 de junio salió a luz que cinco estudiantes de quinto de secundaria (de 16 años) violaron varias veces a un niño de 12 en los baños de su colegio en Santa Cruz, desde el mes de marzo. El niño estaba tan angustiado por el martirio y las amenazas que no soportó más y terminó pidiendo auxilio a sus padres. Les contó que lo obligaban a él y a otros niños a ver pornografía, en sus celulares. Les relató que abusaron de él y que incluso usaron objetos para lastimarlo en sus partes íntimas. Usaban máscaras blancas para meterlo al baño. El caso está en investigación.
El 21 de junio, en La Paz, Samantha, de 23 años y su hijita, de 2, fueron degolladas, presuntamente por el exnovio de la joven, quien se dio a la fuga y es buscado por la Policía. El feminicidio e infanticidio ocurrieron en la casa del prófugo, en la calle Buenos Aires y Gallardo. El sospechoso, de 26 años, amenazaba constantemente a Samantha, si no volvía con él.