Un contingente policial de más de 300 policías que se dirigía al trópico de Cochabamba, en cumplimiento del anuncio del Gobierno de que las fuerzas del orden retomarían sus labores en esta región del país 48 días después del bloqueo “evista”, se vio obligado a regresar a Colomi y esperar ser trasladados nuevamente, luego de que los conductores de los buses en los que viajaban recibieran amenazas de su sindicato.
Aunque el Gobierno había anunciado el retorno de la Policía al Chapare desde este lunes 16 de diciembre, este incidente marcó la jornada y retrasó la llegada de los efectivos a la zona que, desde hace varias décadas, es el bastión político del líder cocalero, jefe del Movimiento Al Socialismo (MAS) y expresidente del Estado, Evo Morales.
Alrededor de mediodía, los cinco buses que trasladaban a los efectivos policiales tuvieron que regresar a Colomi, luego de sufrir un retraso y quedar varados en la zona de Cañadón, a la altura del ingreso a Coranipampa, a más de tres horas de la región cochabambina, según reportó Unitel.
Los elementos policiales tuvieron que bajarse de los vehículos y abordar otros, cargando su equipaje e implementos, para luego partir nuevamente hacia el municipio de Chimoré, donde finalmente se llevó a cabo un acto de desagravio en la plaza Europa en presencia de autoridades de Gobierno.
El Sindicato América Unificado habría realizado amenazas a los conductores involucrados en esta operación, advirtiendo que serían expulsados de la Federación de Transporte local si continuaban con el traslado de las fuerzas del orden, según reflejó ABI.
A pesar de estos inconvenientes, el contingente finalmente llegó a su destino donde empezó a retomar sus actividades y se reportó el reinicio de servicios de entidades financieras y del Servicio General de Identificación Personal (Segip).
REPLEGADOS POR DOS MESES
El pasado 29 de octubre, el Gobierno ordenó el repliegue total de la Policía del sector del Trópico cochabambino, ante las serias amenazas de sectores afines a Morales, cuyos dirigentes llegaron a advertir que los uniformados “se despidan de sus familias” si decidían continuar reprimiendo los bloqueos. Desde entonces y hasta el día de ayer, el Chapare estuvo en completa ausencia de la Policía.
El viceministro de Seguridad Ciudadana, Roberto Ríos, aseveró que se incrementaría el número de policías destinados a esta región, para reforzar la seguridad y reducir los índices delictivos.