El secretario general de la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB), monseñor Giovani Arana, leyó un comunicado de las acciones realizadas durante la visita del oficial del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, monseñor Jordi Bertomeu Farnós, especialista en acompañar temas de abuso sexual, que en su paso por Latinoamérica fue invitado por la CEB.
La Iglesia Católica reconoció que, si bien se avanzó en la creación de protocolos y códigos de conducta, así como la capacitación y formación de agentes pastorales que atiendan y escuchen denuncias de pederastia, fue “insuficiente” y no se dio la respuesta que se debíamos a los fieles y la sociedad en general.
Junto a la creación de las comisiones, la CEB anunció que simultáneamente trabajará para prevenir y así brindar a las familias “la certeza de que los niños y jóvenes estarán seguros en ambientes de la Iglesia”.
“Asimismo, nos comprometemos a comunicar con transparencia a la opinión pública los avances que se vayan logrando. Pedimos también a todas las personas que han sufrido o tengan conocimiento de hechos de abuso sexual que acudan a los lugares que habilitaremos para la recepción de denuncias y al mismo tiempo hagan lo mismo ante las autoridades públicas”, sostuvo.
Reiteró su compromiso con el Ministerio Público, Policía y Órgano Judicial, de coadyuvar con las investigaciones que se lleven adelante para el esclarecimiento de los hechos y la administración transparente de justicia.
En las próximas semanas, informó que se irá comunicando “puntualmente los avances realizados, siempre con el firme propósito de priorizar la atención de las víctimas”.
Son varios los sacerdotes implicados en abusos sexuales en diferentes partes del país, tras revelarse los delitos que cometió en vida el sacerdote jesuita Alfonso Pedrajas. En pasados días incluso un sacerdote en Tarija fue enviado a la cárcel. Erbol