El pasado 4 octubre y luego de ser golpeada, una mujer denunció a su marido, Ulises G. T., por violencia por lo que el hombre fue enviado por un juez a una cárcel. Pero, el agresor solicitó proceso abreviado para salir libre. El juzgado notificó a la mujer y ella firmó en conformidad, sin imaginar que él buscaría venganza.
“Mucha sangre empezó a brotar, yo ya no veía nada. Me gritaba que me haría pedazos. Empezó a pellizcarme un ojo queriendo sacarlo. Agarró un ladrillo y me seguía golpeando, quería partirme la cabeza. Todo estaba negro, pensé que ya estaba muerta”, es el crudo relato de la víctima. Luego de cometer el crimen, Ulises huyó de casa.