Son Sagui Dekel Chen, Sasha Trufanov y Yair Horn. La región espera la visita de Marco Rubio para impulsar las negociaciones de la segunda fase del alto el fuego.
El grupo islamista Hamás reveló las identidades de los tres rehenes que pondrá en libertad hoy, como estaba previsto, tras amagar a principios de semana con quebrar el alto el fuego. Son el estadounidense-israelí Sagui Dekel Chen, de 36 años; el ruso-israelí Sasha Trufanov, de 29, y Yair Horn de origen argentino, de 46 años, quienes volverán a casa en el sexto canje de cautivos por presos palestinos.
Uno de ellos está en manos de la Yihad Islámica, el otro grupo militante con amplia presencia en el enclave. Con este anuncio, se ahuyenta el miedo a una ruptura del acuerdo de tregua, que entró en vigor hace algo más de tres semanas.
Hamás publica los nombres después de amenazar a principios de semana con aplazar esa entrega y romper el acuerdo, como represalia contra Israel por no permitir suficiente entrada de ayuda humanitaria a la Franja de Gaza. El grupo ya avanzó ayer su intención de cumplir con lo pactado en el alto el fuego y seguir liberando rehenes, después de que los mediadores acercaran posturas e Israel también se comprometiera a aumentar la ayuda que entra en enclave, incluidas tiendas de campaña, casas prefabricadas, gas y material de construcción. El gobierno israelí de Benjamín Netanyahu mantiene aún silencio sobre esa cuestión.
Hamás espera por su parte la liberación de 36 palestinos condenados a cadena perpetua y 333 gazatíes arrestados durante la guerra en Gaza a cambio de los tres rehenes.
Israel, que no había respondido de manera oficial a la amenaza de Hamás, publicó poco después la lista recibida con los nombres de los tres rehenes, dando a entender su visto bueno y que el acuerdo sigue en pie. El Foro de Familias de Rehenes celebró la “alegre noticia” de la liberación de estos tres hombres civiles con doble nacionalidad, que fueron tomados cautivos por las milicias palestinas en el kibutz de Nir Oz, muy próximo a la Franja y uno de los más castigados en los ataques del 7 de octubre.
Allí vive una importante comunidad de inmigrantes argentinos judíos y sus descendientes, como es el caso de la familia Horn. Yair fue secuestrado junto a su hermano Eitan, cuyo nombre no está incluido en la lista de 33 rehenes a liberar durante las seis semanas de la primera fase del acuerdo.
“Las impactantes imágenes de los sobrevivientes de los rehenes del sábado y las últimas señales de vida demuestran que el tiempo se acaba para los que aún se encuentran cautivos. Debemos llegar a un acuerdo integral e inmediato, sin lagunas ni demoras, para devolver a todos los rehenes: los vivos para su rehabilitación y los fallecidos para un entierro apropiado”, subrayaron las familias de los secuestrados.
Sobre la situación de los cautivos, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), que está facilitando los intercambios de rehenes por prisioneros, destacó ayer su “preocupación” por las condiciones del resto de secuestrados aún en Gaza. “Las últimas operaciones de liberación refuerzan la necesidad urgente de que el CICR tenga acceso a los rehenes. Seguimos muy preocupados por sus condiciones”, señaló sobre el estado en el que fueron liberados la semana pasada Eli Sharabi, Or Levy y Ohad Ben Ami, quienes parecían demacrados, frágiles e inestables al caminar. Netanyahu amenazó entonces con represalias por su mal estado de salud, con signos de desnutrición, aunque Ohad Ben Ami fue el jueves dado de alta médica y pudo regresar con su familia.
Desde la entrada en vigor del acuerdo el 19 de enero, se llevaron a cabo cinco canjes en los que se liberaron 21 rehenes vivos, incluidos cinco tailandeses, a cambio de más de 800 presos palestinos. En las seis semanas que debe durar esta primera fase de alto el fuego, las partes se comprometieron a liberar 33 rehenes de las milicias palestinas, entre ellos ocho muertos, por unos 1.900 prisioneros palestinos. De los 251 rehenes que Hamás tomó el 7 de octubre, 73 siguen en manos de Hamás y 35 están confirmados muertos.
ESFUERZOS DIPLOMÁTICOS
Tras superar el primer gran escollo que sufrió el alto el fuego desde que entró en vigor el 19 de enero, se mantienen los esfuerzos diplomáticos para consolidar la implementación del alto el fuego y avanzar las negociaciones para la segunda fase del acuerdo, que contempla el fin de la guerra. Con ese objetivo en la agenda, y tras su paso por la Cumbre de Seguridad de Múnich, el secretario de Estado de Estados Unidos, Marcos Rubio, llevará a cabo su primera gira por Oriente Medio a partir del domingo, con paradas en Israel, Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos. Rubio tiene programadas entrevistas con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu; el príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohamed bin Salmán y el presidente de Emiratos, Mohamed Bin Zayed Al Nahyan.
Para mostrar el apoyo europeo al alto el fuego, también se encuentra en la zona la presidenta de la Eurocámara, Roberta Metsola, de visita oficial en Israel y Palestina. La maltesa se reunió ayer en Ramala con el secretario general de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Husein al Sheikh, quien remarcó que “la solución de los dos estados es la única vía para garantizar la seguridad y la estabilidad en Oriente Medio”. Según una publicación del dirigente palestino en X, ambos coincidieron en la necesidad de “mantener la unidad del territorio palestino en la Franja de Gaza y Cisjordania” y en su rechazo a cualquier plan de desplazar población palestina. Metsola se reunió el jueves en Jerusalén con el presidente de la Knéset (Parlamento israelí), Amir Ohana y con el ministro israelí de Exteriores, Gideron Saar; además de visitar brevemente la Franja con las autoridades israelíes para supervisar la entrada de ayuda humanitaria.
La región se ha visto sacudida por el plan anunciado por Trump, la semana pasada durante una reunión con Netanyahu en la Casa Blanca, donde propuso la expulsión de los palestinos de la Franja de Gaza a los países vecinos y que Estados Unidos tome el control del enclave para construir la “Riviera de Oriente Medio”. La propuesta de Trump fue repudiada por los palestinos y las naciones árabes, que la catalogan de intento de limpieza étnica, lo que constituye un crimen de lesa humanidad y podría considerarse un genocidio, según Naciones Unidas. Egipto y Jordania, vecinos de Gaza a donde Trump pretende desplazar a los palestinos, intensificaron las conversaciones para lograr una rápida construcción del enclave y convencer al presidente estadounidense de que desista de su proyecto.
Arabia Saudí, país con el que EEUU aspira a que Israel entable relaciones diplomáticas como guinda de su plan de paz para la región, está encabezando los esfuerzos árabes urgentes para desarrollar un plan para el futuro de Gaza como alternativa a la ambición de Trump de convertir la Franja en una “Riviera del Medio Oriente”, sin población palestina local. Riad convocó una reunión para finales de febrero, donde se discutirán varios borradores de ideas y en la que participarán también países como Egipto, Jordania o EAU.
Entre las propuestas se incluye un fondo de reconstrucción liderado por el Golfo y un acuerdo para marginar a Hamás, indica Reuters. Por el momento, parece que el borrador planteado por Egipto tiene más papeletas de salir adelante como fórmula de consenso árabe. Marco Rubio, se refirió a la próxima reunión árabe, señalando: “en este momento el único plan, no les gusta, pero el único plan es el plan Trump. Así que si tienen un plan mejor, ahora es el momento de presentarlo”.
La egipcia implica la formación de un comité nacional palestino para gobernar Gaza sin la participación de Hamás, la participación internacional en la reconstrucción sin desplazar a los palestinos en el extranjero y el avance hacia una solución de dos estados. Israel ya rechazó cualquier papel de Hamás e incluso de la Autoridad Palestina en el futuro gobierno de Gaza; mientras que los países árabes y Estados Unidos también señalaron que no quieren enviar sus tropas al terreno para mantener la seguridad.
Aunque EEUU y el propio Netanyahu se mostraron seguros de que la normalización entre Israel y Arabia Saudí acabará ocurriendo, los saudíes siempre han puesto como condición una solución a la cuestión palestina, algo que el plan de Trump echaría por tierra al enterrar definitivamente la solución de los dos Estados. Al margen de los palestinos, las tres potencias, Estados Unidos, Israel y Arabia Saudí, están interesadas en estrechar esos lazos diplomáticos como primer paso para alcanzar un ambicioso pacto militar tripartito contra Irán y su plan nuclear, que los tres ven como una seria amenaza a la estabilidad regional. (RTVE.es)