Enviados estadounidenses llegaron a Siria para hablar con las nuevas autoridades del país, dominadas por islamistas, sostuvo ayer el Departamento de Estado. Es la primera misión diplomática oficial enviada por Washington a Damasco desde el estallido de la sangrienta guerra civil en 2011 y desembocó este mes en la caída del presidente Bashar al Asad, huido a Rusia.
Los diplomáticos estadounidenses se reunirán con representantes de Hayat Tahrir al Sham (HTS), un grupo rebelde al que Washington catalogó como “terrorista” y que encabezó la victoriosa ofensiva contra el régimen de Al Asad, y con miembros de la sociedad civil. El objetivo es hablar sobre “su visión de futuro para el país y cómo Estados Unidos puede ayudarlos”, dijo el Departamento de Estado.
La delegación está conformada por Barbara Leaf, la responsable de Oriente Medio en el Departamento de Estado, y Daniel Rubinstein, un diplomático especialista en el mundo árabe que está ahora a cargo de los contactos con Siria, señaló la misma fuente. En el grupo también se encuentra el negociador principal del Ejecutivo para la liberación de rehenes, Roger Carstens.
SUERTE DE
DESAPARECIDOS
El Departamento de Estado precisó que Rubinstein liderará el esfuerzo diplomático y se pondrá en contacto directo con la población y otras partes clave del país y coordinará con aliados y socios la promoción de los principios de la transición política marcados en Aqaba (Jordania) el pasado 14 de diciembre. Estados Unidos señaló que estaba dispuesto a la eventual retirada de las sanciones económicas que durante años ha impuesto al Ejecutivo de Al Asad.
La delegación aprovechará para intentar conseguir información sobre la suerte de ciudadanos estadounidenses desaparecidos bajo el anterior régimen. Entre ellos Austin Tice, un periodista y exmarine que viajó a Siria en 2012 para cubrir la guerra civil que recién comenzaba en el país y que desapareció en agosto de aquel año, justo cuando planeaba abandonar el territorio sirio. (Dw)