Los kurdos de Siria, que controlan una zona en el noreste en la orilla oriental del Éufrates, llamaron este lunes al cese total de los combates y tendieron la mano al nuevo gobierno, tras la caída de Al Asad.

En una declaración realizada en una rueda de prensa en Raqa, el jefe del consejo ejecutivo de la administración autónoma kurda Husein Othman, llamó a un «cese de las operaciones militares en todo el territorio sirio para iniciar un diálogo nacional», después que insurgentes liderados por del grupo islamista Hayat Tahrir al Sham (HTS) tomaran Damasco el 8 de diciembre.

Las milicias apoyadas por Turquía, aprovecharon la ofensiva de los rebeldes de HTS y lanzaron una operación para tomar territorios controlados por los kurdos en el noreste. Estos grupos anunciaron la semana pasada que tomaron Deir Ezzor y de Manbij, tras haberse posicionado en Tal Rifaat, un enclave estratégico del norte de Siria. La mediación de Estados Unidos permitió concluir una tregua en Manbij, donde los combates dejaron 218 muertos.

Los kurdos sirios son el principal vector de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), apoyadas por Estados Unidos, que luchan contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI) en la región. En un gesto de apertura hacia los islamistas de HTS la administración autónoma kurda anunció la semana pasada que adopta la bandera siria de tres estrellas, símbolo de la oposición a Al Asad.

La administración autónoma kurda (Aanes) declaró ayer que «la política de exclusión y marginación que destruyó Siria debe llegar a su fin y todas las fuerzas políticas deben construir la nueva Siria». Los dirigentes kurdos pidieron además «una reunión urgente en Damasco con la participación de las fuerzas políticas sirias para unificar sus posturas sobre el periodo de transición».

En este nuevo escenario, consideró que una cooperación entre la autoridad autónoma y los nuevos gobernantes nacionales irá «en el interés de todos los sirios y contribuirá a facilitar una salida satisfactoria de esta difícil fase». Para ello, la Administración kurdosiria expuso una serie de objetivos básicos, que incluyen el cese de las operaciones militares en el país, el respeto a la convivencia de las diferentes comunidades o garantizar la participación de las mujeres en el futuro proceso político.

«Insistimos en que la riqueza y los recursos económicos deben distribuirse equitativamente entre todas las regiones sirias, ya que pertenecen a todo el pueblo sirio», sentencia el texto de la Aanes, que controla los principales yacimientos petroleros y de gas del territorio sirio. También reiteró su compromiso a seguir luchando contra los remanentes del grupo yihadista Estado Islámico (EI), cuyo resurgimiento en medio del caos supone una preocupación en la nueva etapa, y urgió a preservar la «soberanía» siria haciendo frente a los ataques de Turquía.(Dw)