Dublín se sumó a la demanda sudafricana en la Corte Internacional de la Haya por supuesto genocidio en Gaza.
El Ministerio de Exteriores de Israel anunció ayer el cierre de su embajada en Dublín, después de que, la semana pasada, Irlanda anunciara que se unirá a la demanda sudafricana contra Israel en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) por genocidio en Gaza.
“Irlanda cruzó todas las líneas rojas en su relación con Israel”, sostuvo en un comunicado el nuevo ministro de Exteriores, Gideon Saar, que calificó de “antisemita” las acciones y la retórica utilizadas por Irlanda.
“La decisión de cerrar la Embajada de Israel en Dublín se tomó en vista de la extrema política antiisraelí del Gobierno irlandés”, agregó el texto, en el que explica que Israel priorizará las relaciones bilaterales con los países del mundo en función de la actitud que adopten hacia él.
El pasado mayo, Israel retiró a su embajador en Dublín, después de que ese país reconociera a Palestina como Estado, en una declaración conjunta en la que también lo hicieron España y Noruega, y que provocó represalias del Gobierno israelí y la declaración de nuevos asentamientos en territorio palestino ocupado.
Ya en marzo, Irlanda había anunciado que intervendría en el caso de genocidio en la CIJ contra Israel, pero el pasado 11 de diciembre el ministro de Exteriores irlandés, Micheal Martin, sostuvo que había logrado el apoyo del gabinete y que la intervención se presentaría a finales de este mes.
En un comunicado, el departamento de Asuntos Exteriores de Irlanda señaló que “al intervenir legalmente en el caso de Sudáfrica, Irlanda pedirá a la CIJ que amplíe su interpretación de lo que constituye la comisión de genocidio”, detalló en un comunicado, en el que justificó que una lectura “muy estrecha” puede favorecer una cultura de la impunidad.
El pasado 5 de diciembre, Amnistía Internacional concluyó de forma “inequívoca” que Israel “cometió y sigue cometiendo un genocidio” en Gaza, basándose en el patrón de conducta de sus tropas, las declaraciones “deshumanizadoras” de sus dirigentes y militares, la ocupación militar y el “bloqueo inhumano” del territorio. (Dw)