“Hemos escuchado mucho en el juicio decir que sirva de lección nuestra sentencia, que quede precedente (…) nos quieren de trofeo, para que nadie en el país pueda protestar de manera pacífica, como ha ocurrido en octubre de 2020, hecho en el que no he estado presente (…). 4.083 bolivianos les ha costado a la Fiscalía General del Estado, arreglar la infraestructura grafiteada y de un vidrio que se habría caído”, dijo Milena Soto, una de las acusadas, a través de sus redes sociales.