Kendy P. H. E. se convirtió en la quinta víctima de feminicidio en Cochabamba. La joven de 22 años fue hallada sin vida el jueves 13 de abril de 2023, en una casa de Ch’ulla, Vinto, y ayer fue enterrada por su familia, en medio de lágrimas y gritos de desesperación.
La Fiscalía ha tipificado el caso como un feminicidio y la principal sospechosa de este crimen es su pareja, una persona trans de nacionalidad brasileña que se hacía llamar Nicolás y que tenía unos 26 años.
Una de las primas de Kendy relató que estaban preocupadas porque ella estaba desaparecida desde hace unos días, hasta que Nicolás le llamó para decirle que el cadáver de la joven estaba en la habitación que tenían en Ch’ulla.
La prima fue hasta la casa, entró, pero no se animó a ingresar a la habitación. Llamó a la Policía que fue la que rescató los restos de la víctima, ya en estado de putrefacción. La autopsia reveló que ella fue asfixiada
Bertha, la madre de Kendy, llegó de Santa Cruz muy afligida. Ella es ama de casa y tiene pocos recursos. Cuida de otros cinco hijos y contó que Kendy es hija de una primera relación. Entristecida, lamentó que su hija haya muerto de una manera tan trágica y pidió a la población que ayuden a capturar a quien la mató.
Kendy fue enterrada ayer en el cementerio de Falsuri, en el municipio de Vinto. El Observatorio de Justicia de la Fundación Voces Libres se hará cargo de la defensa legal y gratuita de la familia, pero también colaboró con los gastos del entierro de Kendy, pues sus parientes no podían juntar el dinero para darle sepultura.
FISCALÍA
La fiscal departamental de Cochabamba, Nuria Gonzáles, manifestó que de acuerdo al acta de autopsia, elaborado por el Instinto de Investigaciones Forenses (IDIF), la causa de muerte de la víctima es anoxia anóxica, asfixia mecánica por sofocación debido a la obstrucción extrínseca de orificios respiratorios.
El fiscal del caso, Javier Morales, manifestó que el día del trágico hecho la pareja discutió por celos, luego se presume que la agresora mató a la víctima, después de dos días la sindicada llamó a una de las familiares de la fallecida para comunicar que ella se quitó la vida.
Actualmente, la pareja de la víctima es buscada debido a que existen indicios que hacen presumir la probabilidad de autoría en el hecho delictivo.
HUÉRFANOS
Desde la Fundación Voces Libres recordaron que un feminicidio no solo acaba con la vida de una mujer, sino que destruye a generaciones de niños, niñas y adolescentes que se quedan solos, tristes, enojados y sin sueños. Entre el 1 de enero y el 3 de abril de 2023, cuatro mujeres fueron asesinadas por la violencia machista en Cochabamba. A dos de ellas, los feminicidas las obligaron a dejar a hijos menores en la orfandad.
El 24 de febrero, Catalina, de 36 años, fue obligada a beber una sustancia tóxica por su esposo Cristóbal y luego él ingirió el mismo líquido, en una vivienda de la zona El Mirador de Vinto. Todo, delante de sus cuatro hijos, niños y adolescentes.
El 3 de abril, Matilde, de 30 años, murió tras una lucha de 37 días. Su esposo Vitalio, le arrojó ácido al rostro y el corrosivo le causó lesiones externas e internas gravísimas que le impedían hablar, comer, controlar esfínteres. Una niña de 12 años y una adolescente de 14 se quedaron solas.
La primera víctima de feminicidio del año, la estudiante de Gastronomía Adriana Valentina U. L., de 21 años, no tenía hijos.
La tercera víctima, Nieves R. C., de 66 años, golpeada y estrangulada por el agricultor Víctor Y. G. M, en Uray Phiña, Misicuni, tenía hijos, pero ya todos son adultos y tienen familias conformadas.
Los huérfanos por feminicidio suman en Bolivia. Con sus madres muertas y sus padres en la cárcel, no hay quién vele por ellos y garantice su sanidad emocional, su sustento alimenticio, sus estudios, su salud y su seguridad.