El coronel Freddy S. B. G., sentenciado a 12 años de privación de libertad acusado por el delito de complicidad y cohecho, en el denominado caso Katanas, fue designado como comandante de la Policía Turística, informó ayer la abogada Paola Barriga, a tiempo de aclarar que la sentencia fue conocida en septiembre de 2022 y el uniformado promovido el 26 de octubre de este año.
“Fue comprobada la participación del coronel Freddy S. B. G., quién en su calidad de jefe policial en Migración, permitía el ingreso de las jovencitas secuestradas. Fue sentenciado el 21 de septiembre a 12 años de cárcel y ahora tiene este nombramiento”, lamentó Barriga, quien patrocina a la denunciante del caso.
“Por tanto: El Tribunal de Sentencia Séptimo del Distrito Judicial de La Paz, administrando justicia en nombre del Estado Plurinacional de Bolivia, y en virtud a la jurisdicción ordinaria que por ley ejerce, falla: por unanimidad declarando a los acusados Marco H. C. R., Freddy S. B. G., Miguel A. N. C. y Jaime M. C. como autores de la comisión del delito de trata de personas (…)”, se lee en parte de la sentencia Nº 16/2022 del 21 de septiembre de 2022.
Barriga recordó que se logró la sentencia después de seis años de peregrinaje, donde inicialmente fueron procesadas 10 personas. Tres de las cuales se acogieron a juicio abreviado y otras dos, la esposa, además de la hermana del principal acusado se encuentran prófugas.
En septiembre de 2016, Marco H. C. R., dueño del local nocturno Katanas, fue detenido preventivamente tras la denuncia de su hija, NECM, de ser el líder de una red de explotación laboral y sexual.
El club, donde la Fiscalía descubrió la presencia de pasillos ocultos y paredes falsas para esconder a las mujeres explotadas, fue demolido el 30 de septiembre de 2016, por una decisión judicial.
“La caída de la cabeza del faraón es un acto de libertad a todas las mujeres que fueron obligadas, violadas y torturadas al interior del centro que funcionaba a vista y paciencia de muchas autoridades que se han convertido en cómplices”, dijo Barriga en la oportunidad.
La jurista insistió en que la demolición de ese local forma parte de la lucha contra la trata y tráfico de mujeres reclutadas con engaños en Brasil, Paraguay, Venezuela.
Los obreros que realizaron la demolición encontraron en los tumbados billeteras, bebidas alcohólicas y otros objetos.
Cuando inició el proceso, Barriga denunció que ella y su patrocinada estaban siendo amenazadas de muerte.
LA DENUNCIA
La denunciante, hija del propietario del club nocturno, dijo que este fue el caso de trata y tráfico más grande resuelto en el país, y que bregó mucho para llegar al final porque las autoridades no la escuchaban.
En entrevistas anteriores, la denunciante dijo que cuando cumplió 15 años, su padre le dijo que tenía que ayudarle. Él pagaba colegios, manutención, pero para sus gastos extras ella tenía que trabajar.
“Yo me hacía cargo de las planillas. Conforme fue pasando el tiempo me decían que es una discoteca en la que trabajaban chicas, de meseras. Llegó un tiempo en que me despertaba más temprano, 4.30 me recogía y me llevaba al lugar un integrante de seguridad, y yo empezaba a hacer lo que se supone que era mi trabajo, y veía más movimiento cada vez”, relató.
Recordó que una de las jóvenes que trabajó allí le comentó que les quitaban el pasaporte, las escondían dentro de paredes falsas en las batidas que había, porque la Alcaldía y otras instituciones que eran cómplices les alertaban; se repetía la historia en La Paz, como en Santa Cruz, y en sus otros locales.
“Había dos grupos, las que estaban por su voluntad y las que eran traídas a la fuerza desde diferentes países. Me decía una de ellas: Yo estoy aquí porque mi mamá tiene cáncer y yo pago su tratamiento y no me gusta estar aquí. Otra que trabajaba voluntariamente, prefería ayudar a las personas con dinero, con comida o algunas cosas, porque cuando llegaba a la puerta, su esposo era el que la prostituía y le quitaba todo el dinero que ganaba, y en la noche nuevamente la traía. Una de las otras chicas de trata me dijo: Ustedes son unos desgraciados, yo quiero volver a mi casa, tu padre no me deja, incluso me quiso pegar. Lloraban y de a poco ellas iban contando todo”, relató la denunciante a un medio de comunicación de circulación nacional.
La denunciante manifestó que la sentencia de 15 años contra su padre no es justa, ya que esto no remedia los daños que hizo. Afirmó que su progenitor es mitómano y que no existe lección alguna para él, y puso como ejemplo al “mini Katanas”, donde ofrecía servicios sexuales y bebidas alcohólicas, y que se posicionó en el penal de San Pedro, donde el sujeto guardaba detención.
DESIGNACIÓN
La designación del uniformado se dio mediante el memorándum 08240/2022 de fecha 26 de octubre de 2022.
“Por disposición de este Comando y de conformidad al Art. 89 de la Ley Orgánica de la Policía Nacional (hoy boliviana) concordante con el Art. 41 del Reglamento del Personal, a la fecha Usted es designado como: Comandante de la Policía Turística”, se lee en parte del documento firmado por el comandante departamental de la Policía de La Paz, Ismael Tito Villca Vargas.