Los militares bolivianos que se encontraban con detención preventiva desde septiembre de 2021, fueron acusados por el delito de robo con intimidación.
La detención de los militares generó posturas cruzadas entre el gobierno del entonces presidente chileno, Sebastián Piñera, quien declaró como “grave” el hecho, y el Ministerio de Defensa de Bolivia, que emitió un comunicado en el cual sostuvo que los militares estaban realizando operaciones de combate al contrabando.