La multinacional alemana Bosch ha anunciado un plan de ajuste en su división de movilidad que implicará el despido de 5.500 trabajadores hasta 2029, afectando principalmente a las áreas de software y componentes para vehículos eléctricos.
De estos recortes, 3.500 puestos se eliminarán antes de 2027, con Alemania como epicentro, donde la conducción autónoma sufrirá un duro golpe. Además, se suprimirán 1.300 empleos en la planta de Schwõbisch Gmünd entre 2027 y 2032, y 750 puestos en Hildesheim, donde se fabrican piezas para las movilidades eléctricas.
Fuentes de Bosch han confirmado que los recortes no impactarán en países que no tengan incidencia en la división afectada. El anuncio refleja la presión que enfrenta el sector automotriz europeo por la baja demanda de vehículos eléctricos y la creciente competencia china, desafíos que han llevado a Bosch a reestructurar sus operaciones.