Un año ha pasado desde que en octubre de 2023 cientos de milicianos de Hamás invadieran Israel y asesinaran a cerca de 1.200 personas, llevándose a unos 250 rehenes. Desatando un conflicto que ha dejado un saldo devastador de más de 44.000 muertos y 104.000 heridos. Desde entonces la franja de Gaza vive una crisis humanitaria sin precedentes.
Los constantes bombardeos israelíes han forzado a miles de familias a desplazarse, hacinándose en campos de refugiados sin acceso a alimentos, agua, combustible ni atención médica suficiente.
El norte de Gaza permanece bajo un asedio implacable desde la orden de evacuación masiva del pasado 6 de octubre, que convirtió la región en un desierto sin vida.