La exautoridad aseguró que los uniformados no se forman en la Academia de Policías ni en la escuela básica para la tarea penitenciaria; al contrario, cuando un uniformado está trabajando en el recinto penitenciario durante un año, es removido y el nuevo tiene que aprender desde el principio, lo que genera permanentes improvisaciones.
“Hay que formar la carrera penitenciaria, tanto en administración de técnicos, de los rehabilitadores, como la formación de los miembros de la seguridad penitenciaria, y esto estará en la ley penitenciaria que indicará que todos los que trabajan en esa área deben estar formados con licenciaturas o en institutos”, sostuvo Llanos a la ANF.
Por otra parte, reveló que hay muchos policías que piden ir a trabajar a las cárceles, incluso dijo que hace algunos años salió una denuncia sobre pagos de 500 dólares por ir a recintos penitenciarios, porque el trabajo del policía puede comprender en 24 horas y un descanso igual de 24 horas. Otros trabajan 48 horas y descansan el mismo tiempo, algunos incluso optan por la modalidad de trabajo y descanso de una semana.
“Es muy cómodo para los policías que están en esos niveles de control, trabajar una cantidad de horas y descansar el mismo tiempo. Ellos no están con los ojos abiertos todo el tiempo, duermen y comen, hacen labores de seguridad y después tienen libre, a quien no le conviene, por eso quieren estar en esos lugares”, aseguró Llanos.
Sin embargo, el principal motivo por el cual buscan trabajar en las cárceles sería por “la corrupción generalizada en los cobros”, debido a que hay bastante movimiento económico y los uniformados tienen cierto grado de poder.
“Los estudios revelan que quieren ir a los centros penitenciarios porque tienen todas estas ventajas, todas esas posibilidades de encontrarse recursos económicos”, enfatizó.
SIN PROTOCOLOS
Por otro lado, Llanos advirtió que no hay reglamento de cárceles, ni protocolos para salidas, por lo que todo es improvisado, como la salida del reo brasileño en un vehículo particular del policía que murió el martes 31 de enero de 2023.
“El control penitenciario se relaja si no hay disciplina, por eso, desde arriba debe haber un control de prácticas inadecuadas cómo la falta de clasificación, no funciona el consejo penitenciario (abogado, psicólogo, trabajador social, médico y gobernador del recinto). Hay inexistencia de especialización en personal de seguridad, personal civil sin vocación ni capacitación”, advirtió.
En ese marco dijo que es necesaria la reforma Penitenciaria (ley del sistema penitenciario) que está en la Asamblea Legislativa desde hace siete años.
“Se deben cambiar las causas que generan estás motivaciones que buscan las fugas, el efecto es lo que sucedió ayer (martes) con la fuga de un interno brasileño”, dijo. (EL DIARIO y ANF)