La periodista del canal de televisión privado F10 HD, Geraldine Mendoza, relató en su cuenta de Facebook que sufrió dos caídas durante la cobertura informativa de los actos conmemorativos, provocadas por la violencia de los equipos de seguridad de las autoridades departamentales y nacionales.
Tras los actos protocolares en la casa del prócer Pedro Domingo Murillo, un efectivo de seguridad “me impidió el paso y me empujó y caí sentada con mi equipo, me lastimé la espalda… quedé asustada y adolorida”, señaló.
Posteriormente, durante el desfile, en su intento de obtener imágenes y tras un empujón inferido por otro asistente perdió el equilibrio y cayó, extraviando uno de sus zapatos. “Yo estaba preocupada por mi equipo, el que no se dañó porque lo protegí, lloré de enojo y me replegué al canal”.
En entrevista con la Unidad de Monitoreo de la ANP, Mendoza afirmó que ni ella, ni su equipo sufrieron mayor daño, pero manifestó su molestia ante este tipo de agresiones, que de acuerdo a su relato, se han hecho frecuentes. Periodistas y camarógrafos son víctimas de maltrato, no se les permite cumplir con su labor informativa.
La periodista de Gigavisión, Margarita Quispe, decidió alejarse y adelantarse para evitar los empujones, informó a la Unidad de Monitoreo de la ANP. Comentó que varios de sus colegas se enfrentaron a una serie de empujones. Los camarógrafos llevaron la peor parte mientras buscaban tomar las imágenes del desfile de teas.
Una periodista de Radio Éxito que pidió el anonimato relató a la Unidad de Monitoreo de la ANP que el personal de seguridad de la Plaza Murillo, la principal de la ciudad de La Paz, no les permitió hacer su trabajo. “Los empujaban, sobre todo a fotógrafos y camarógrafos”, y similar maltrato sufrieron durante el desfile. Comentó, que en tono altanero les decían: “¡avancen, porque perjudican..!”
El presente reporte de la Unidad de Monitoreo de la ANP consigna y respalda sus denuncias en declaraciones obtenidas de fuentes directas y confiables, y respeta los principios elementales del periodismo.