Tras su arribo a la Sede de Gobierno, Misael Nallar, principal sospechoso por la muerte de tres efectivos policiales en la localidad de Porongo, fue trasladado hasta el penal de máxima seguridad de Chonchocoro, ubicado a unos 25 kilómetros de la ciudad de El Alto, Esto en cumplimiento de la disposición judicial emitida por el juzgado Público, Mixto, Civil, Comercial, de la Familia e Institución Penal de La Guardia, la madrugada del sábado.
La pasada jornada, un intenso despliegue de efectivos policiales en los aeropuertos de La Paz y Santa Cruz, permitió el traslado de Nallar hasta Chonchocoro, donde inicialmente cumplirá un aislamiento de 14 días como medida de bioseguridad.
Antes del traslado, la defensa del sindicado advirtió que su vida corre peligro al ser conducido a una cárcel de máxima seguridad en la que se puede atentar contra su integridad.
“Se pone en peligro su vida, sabemos lo que pasa con los detenidos de Santa Cruz que son enviados a La Paz. Sabemos lo que pasó con el Oti y Hardy Gómez”, manifestó Carlos Antelo Ortiz, uno de los cinco abogados del sindicado.
La audiencia de los tres sindicados por la muerte de los uniformados concluyó a las 02:15 horas de la madrugada de ayer sábado. La autoridad decidió que el ciudadano colombiano Esteban Beltrán sea remitido a la cárcel de El Abra en Cochabamba y Rodrigo Gonzáles Arrázola será enviado a Palmasola, en Santa Cruz.
Según el abogado, el Ministerio Público solicitó que Nallar sea enviado a la cárcel de máxima seguridad en la Sede de Gobierno porque argumentó que los internos de Palmasola enviaron un voto resolutivo rechazando el traslado del sindicado.
A la vez, Antelo reclamó que el documento no estaba firmado por los representantes de todos los pabellones del penal de Palmasola. Consideró que estas acciones son arbitrarias y van en contra de los derechos de sus clientes.
“Fue un voto resolutivo que llegó en copia simple y que no estaba firmado por todos los representantes de los internos de Palmasola, solo tenía la firma de cuatro delegados y no de los 20 que existe”, manifestó el jurista.
Ayer, la esposa de Nallar llegó hasta las celdas de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc), en la capital cruceña, para visitarlo y despedirse de él. A la vez, admitió que teme por la seguridad de su pareja.
“Obvio que hablé con él. Temo por la vida de mi esposo”, manifestó la mujer a los medios locales, quien se mostró nerviosa y algo alterada tras salir de celdas policiales.